Después de múltiples reescrituras y versiones publicadas en diferentes medios la obra fue tomando mayores proporciones hasta convertirse en el borrador de una novela.
[3]Una vez más su ya conocido hábito de reescribir sus novelas hasta su completa satisfacción complicó la publicación de esta, que terminó archivándose y quedando inconclusa.
Ellos dijeron: "En agosto nos vemos fue el fruto de un último esfuerzo por seguir creando contra viento y marea.
[3] Cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace.
Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año.