Santiago de Liniers

Golpeada por la guerra de los Siete Años, Francia se encontraba ya en paz, y el ministro Turgot —nombrado por el joven rey Luis XVI— redujo el presupuesto del ejército, dejando pocas oportunidades para los jóvenes oficiales como Liniers.

En cuanto regresó a la península, ingresó en la «Real Compañía de Caballeros Guardias Marinas», en noviembre del citado año.

Entre 1779 y 1781 fue oficial del navío San Vicente, perteneciente a la escuadra franco-hispana que luchó contra la flota inglesa.

Santiago Liniers tenía serios problemas económicos, por lo que decidió unirse a su hermano mayor, el conde Enrique Luis Santiago de Liniers, quien fue el principal impulsor de la "Real Fábrica de Pastillas", un proyecto comercial para producir gelatinas y pastillas alimenticias destinadas a prevenir enfermedades como el escorbuto, comunes en viajes largos y contextos con limitado acceso a alimentos frescos.

Estos productos ofrecían una solución práctica para reemplazar carnes saladas y facilitar el transporte marítimo al eliminar la necesidad de embarcar ganado vivo.

Además, el permiso que el conde de Liniers había obtenido para importar 2000 esclavos desde África generó resentimientos entre los comerciantes locales, intensificando las tensiones.

[7]​ A duras penas, lograron finalmente habilitar la fábrica, pero para pedidos muy limitados, pues aunque desde España la corona lo apoyaba y le hacía pedidos, en Buenos Aires hacían todo lo posible para impedirle cumplirlos.

Estaba ubicada en una quinta en el actual barrio de Almagro, delimitada por las calles Virrey Liniers, Venezuela, Boedo y Belgrano.

Las investigaciones involucraron allanamientos en la fábrica, detenciones y torturas, aunque no se hallaron pruebas sólidas de sedición.

Muchos historiadores, al no conocer los documentos previos a su designación, asumieron que el virrey lo había nombrado por iniciativa propia.

En los considerandos del nombramiento, el virrey dejó bien en claro que la designación se hacía "por ahora y en comisión".

[10]​ Con respecto a la situación de los indígenas en las Misiones, en su "Memorial al Rey" (1803), formuló propuestas para mejorar su administración:[7]​ En síntesis, reconoció los abusos que sufrían los indígenas bajo la administración española y sugirió reformas para mejorar su situación, pero siempre bajo un esquema de tutela colonial.

Se sentía desplazado por otros oficiales españoles, pues creía tener méritos para un destino mejor.

Estando en la Ensenada de Barragán se produjo en 1806 la primera Invasión Inglesa, comandada por el comodoro Home Popham.

Así se reclutó en pocos días un ejército de 1600 hombres, encuadrados en las unidades militares con asiento regular en la ciudad.

Ocurrió, entretanto, que los barcos de la escuadra inglesa aparecieron frente a Montevideo, creando una importante amenaza para su seguridad.

Este cruza a Montevideo y de allí se traslada hacia Colonia con dicha fuerza.

El gobierno de Liniers se dedicó casi exclusivamente a organizar tropas para resistir el inevitable contraataque inglés, ya que Beresford había pedido refuerzos.

Liniers colocó una defensa sobre el Riachuelo, en una posición muy mala, pero los ingleses creyeron que era una trampa y lo esquivaron.

Liniers ofreció capitular, pero la ciudad, dirigida por Martín de Álzaga, se negó y decidió resistir.

Inesperadamente, Whitelocke le dio tres días de tranquilidad y se pudo organizar la resistencia.

Hoy en España, este grado no existe pero sería intermedio entre capitán de navío y contralmirante; los británicos lo llaman comodoro.

Ello se debió, en parte, a la protesta que efectuó el propio cabildo de Buenos Aires.

Los líderes realistas continuaron su retirada hacia el norte pero fueron alcanzados por las avanzadas del ejército revolucionario comandadas por Antonio González Balcarce.

Los cadáveres, que se encontraban semidesnudos y con los ojos picoteados por los caranchos, fueron conducidos unos sobre otros en una carretilla de cincha.

El 17 de abril del mismo año llegaron confundidas en una urna y se les efectuaron las exequias.

En junio de 1862, el cónsul español en Rosario expresó en una nota al encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, el brigadier general Bartolomé Mitre, la satisfacción del rey por "el homenaje tributado al valor y a la lealtad de los que sellaron con su sangre los juramentos que habían prestado al trono y a la patria" y además pedía que "se pusiesen a disposición del consulado de Rosario los expresados restos mortales para trasladarlos a la Península".

El nombre del libro se debe a que, si bien Liniers no fue en los hechos el último virrey en los dominios españoles de América, sí fue el último nombrado por un rey español y no por una de las Juntas surgidas en España tras la invasión napoleónica.

[21]​ En la actualidad lleva su nombre una calle que recorre los barrios de Almagro y Boedo.

Frente a esta casa desembarcó Liniers en 1806, reagrupó sus tropas aumentadas por voluntarios del pueblo de Las Conchas (hoy Tigre), descansó y luego partió hacia Buenos Aires.

Escudo original 1809 de D. Santiago de Liniers y Bremond. Caballero de la Orden de San Juan. Comendador de Ares del Maestre en la de Montesa, Jefe de Escuadra de la Real Armada. Virrey, Gobernador y Capitán Gral. Interino de las Provincias del Río de la Plata y de sus Dependientes. Presidente de la Real Audiencia Pretorial de Buenos Aires. Superintendente General. Subdelegado de la Real Hacienda Rentas de Tabaco y de Naipes, de Minas, Comandante Gral. Apostadero de Marina.
Gobernación de las Misiones Guaraníes antes de las ocupaciones paraguayas de 1811 en adelante y las de 1834/1841 hasta 1865, y las luso-brasileñas de 1801, sumado a la definitiva anexión brasileño-imperial de 1895, siendo este (en el mapa) el limitado hacia el oeste por los pequeños ríos —que figuran en el norte del territorio violáceo— llamados San Antonio que desemboca en el río Iguazú (hacia el norte) y Pepirí Guazú que desemboca en el río Uruguay (hacia el sur). Los españoles sólo ocupaban la mitad sur de lo que hoy es la provincia argentina de Misiones. La mitad norte era un reclamo teórico.
El Virreinato del Río de la Plata en 1783 (creado en 1776, luego de ser separado del Virreinato del Perú ), adjudicándole las islas luso-africanas Fernando Poo y Annobón desde 1778 hasta 1782, reducciones chaqueñas del Bermejo (hasta 1793), la Intendencia de Puno (hasta 1796), Corregimiento de Arica (hasta 1784), Misiones Orientales (hasta 1801), litoral del Pacífico (hasta 1803, en que volvió al Virreinato del Perú, y desde 1813 - 1826, año que pasó a Bolivia ), desierto y Puna de Atacama (ambos hasta 1826), Patagonia oriental (en forma efectiva solo en la costa atlántica desde 1779) e islas Malvinas . La Capitanía General de Chile , era una dependencia autónoma del Virreinato del Perú desde 1733 hasta el 15 de mayo de 1798.
Bandera del Regimiento Green de Santa Elena (o del Regimiento de Infantería n.º 95 "The Rifle Regiment" ) capturada durante la segunda invasión inglesa en 1807 y ofrecida por el virrey Santiago de Liniers, en gratitud por la victoria, a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario del Milagro de la basílica de Santo Domingo de la ciudad de Córdoba . [ 13 ] [ 14 ]
Santiago de Liniers, virrey del Río de la Plata .
Estancia de Liniers en Alta Gracia y el tajamar (antigua estancia jesuita y actual museo nacional ).
Entrada a la estancia de Liniers en Alta Gracia.
«Casona de Sarratea» en el entonces barrio Bajada de los Dominicos de Buenos Aires que pasó a llamarse «Casa de Santiago de Liniers» , por haberla habitado entre 1805 y 1809, quien fuera el futuro virrey del Río de la Plata y conde de Buenos Aires .
Plaqueta conmemorativa en la fachada de la casa de Liniers .
Calle Virrey Santiago de Liniers en la localidad bonaerense de Florida , en el partido de Vicente López .