Fue hijo del pintor alicantino Heliodoro Guillén Pedemonti y de Josefa Tato Ortega.
En 1913 ingresó como aspirante en la Escuela Naval Militar de San Fernando embarcando en el crucero Reina Regente.
En 1918 fue ascendido a alférez de navío embarcando en el destructor Osado con base en Cartagena recibiendo una mención honorífica al participar en el rescate de un bote del acorazado Alfonso XIII.
Estando a bordo del portahidroaviones Dédalo y tras pedir permiso, sobrevoló por primera vez la ciudad de Alicante en el dirigible "Vicentico".
En dicha carrera fallecieron cinco participantes, dos suizos, dos americanos y uno español, debido a accidentes derivados de las malas condiciones meteorológicas.
En 1932 fue ascendido a capitán de corbeta y recibió la Medalla Aérea Individual, creada para él.
A finales del año 1933 fue nombrado director del Museo Naval de Madrid, cargo que mantuvo hasta su muerte (39 años) dedicando varios trabajos a la museología aportando su visión de cómo debe ser un museo.
"La Torre del Oro, el rasgo más característico del puerto de Sevilla, ha dejado de ser una caracola vacía, abandonada junto al río, y este Museo que inauguramos, pequeño y modesto en dimensiones materiales, le dará vida y nuevas sonoridades."
Una vez acabada la guerra, en 1941, fue rehabilitado y ascendido a capitán de fragata.
Recorre tierras iberoamericanas representando a la Real Academia de la Historia donde continúan los reconocimientos.
Dada su amistad con los marqueses de Santa Cruz, en 1948 gestionó la cesión al Museo Naval del antiguo palacio de los marqueses Viso del Marqués (Ciudad Real) como sede del Archivo Museo Don Álvaro de Bazán.
Cuentos marineros" que narra las historias del contramaestre Lourido, personaje de ficción tan entrañable y real que la ciudad de Pontevedra le dedicó la calle Rua Nostramo (Lourido).