Tita Merello

Además, tuvo roles destacados en Arrabalera (1950), Para vestir santos y El amor nunca muere (ambas de 1955).

[17]​ Luego de su estadía en el asilo, vivió esporádicamente en Montevideo, Uruguay, donde se desempeñó como sirvienta sin paga.

[5]​[20]​ En 1916, se trasladó con su madre[21]​ —casada en segundas nupcias y con un pequeño hijo llamado Pascual Anselmi (1910-2002)—[22]​ a una vivienda precaria ubicada en la calle Corrientes 1318.

[5]​ Durante su permanencia en ese teatro, acompañó en sus actuaciones a los cómicos Pepe Arias, Marcos Caplán y Luis Arata.

[31]​ En 1929, grabó otros veinte temas para el sello RCA Victor, entre ellos «Tata... Llevame pal centro», «Che... Pepinito» y «Te has comprado un automóvil».

[34]​ En 1931, la actriz se inició en el periodismo mediante la revista Voces, en la que redactaba crónicas y poemas por los cuales percibía 200 pesos.

[23]​ Muchos historiadores afirman que participó en una película muda de 1928 anterior a ¡Tango!, titulada Buenos Aires tenebroso, cuyas copias desaparecieron y, por lo tanto, se desconoce los nombres del director e integrantes del elenco; Merello siempre negó su participación en el filme.

(1933),[7]​ la primera película sonora argentina, por la cual recibió 200 pesos por cinco días de filmación en donde, por contrato, ella y los demás actores del elenco —Alicia Vignoli, Alberto Gómez, Carmencita Calderón y Luis Sandrini— debían aparecer en los créditos debajo de Libertad Lamarque, la protagonista principal.

Ya anciana, señaló con humor el episodio: «Pensar que ahora las mujeres salen totalmente desnudas en un escenario o en las playas.

[38]​ Recibió varios papeles de «segunda dama joven» opuesta a la primera actriz hasta que obtuvo un rol protagónico en La fuga (1937),[33]​ donde sucedió su revelación como actriz dramática y cantó «Nieblas del Riachuelo», editado rápidamente por Enrique Cadícamo a pedido del director.

[41]​ Más recientemente, la cantante Yolanda Rayo la utilizó como cortina musical de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea.

Sandrini se enfadó cuando la actriz decidió permanecer en Buenos Aires y no acompañarlo para filmar la película, hecho que acabó con la relación sentimental entre ambos.

Paralelamente a su labor cinematográfica, encabezaba por radio Ahora habla una mujer, un ciclo microradial transmitido por la Red Privada de Emisoras.

Ahí, Merello interpretó el personaje de La Carancha en escenarios naturales del Paraná junto a Arturo García Buhr.

[30]​ Tras una destacada actuación en Pasó en mi barrio (1952),[61]​ Daniel Tinayre la convocó para filmar Deshonra, un melodrama policial que transcurre en una cárcel de mujeres y que tuvo en su elenco a figuras como Mecha Ortiz, Jorge Rigaud, Guillermo Battaglia y Aída Luz.

[63]​ El periodista Pedro Ochoa concluyó que Merello «en ocasiones debió defender a sus hijos de sus propios padres.

Tita es una actriz versátil que asumió los papeles más disímiles, pero del conjunto de sus películas se destaca un solo personaje».

[80]​ La Madre María se estrenó tres días después del fallecimiento de Juan Domingo Perón, motivo por el cual Demare pensó inicialmente que bajarían las recaudaciones pero no fue así y la película fue un éxito.

[84]​ Tras un parcial retiro, Enrique Carreras logró convencerla en 1985 para regresar al cine con Las barras bravas, su última película, y le permitió modificar los guiones de acuerdo a sus pretensiones.

[86]​ Sus cuadros depresivos se intensificaron y en algunas ocasiones, confesó un intento de acabar con su vida: «Una vez casi me suicido.

El parte médico emitido desde la entidad comunicaba que su estado de salud era «satisfactorio y con parámetros normales».

[22]​ La prensa rosa señaló que la actriz había tenido otros noviazgos con Adolfo García Grau, Santiago Arrieta, Luis Arata, Jorge Salcedo, Héctor Calcaño, Alfredo Alcón, Jorge Morales, Alberto de Mendoza y Alejandro Rey, los cuales la propia actriz se encargó de desmentir y tuvieron muy poca credibilidad sobre el público.

con Benito Perojo, pero Merello decidió permanecer en Buenos Aires para filmar Filomena Marturano, que significó su consagración en el mundo del cine.

[5]​[105]​ En 1949, cuando Malisa Zini abandonó la compañía teatral que integraba Sandrini, el actor decidió llamar a la joven actriz Malvina Pastorino para su reemplazo.

[108]​ En 1992, ambas fueron entrevistadas para el talk-show de Susana Giménez, donde Merello afirmó: «Cada una se quedó con un sector del amor.

[109]​ Definida como «una actriz temperamental y versátil ligada al tango»,[110]​ Merello debutó en los comienzos del cine sonoro argentino cuando filmó ¡Tango!, de Luis Moglia Barth, donde el director optó por contratar a cantantes, orquestas, bailarines y actores de teatro principalmente.

[112]​ Ahí, Merello estrenó el tango «Nieblas del Riachuelo», compuesto por Juan Carlos Cobián con letra de Enrique Cadícamo.

En 1927, debutó con un disco de dos temas, «¿Te acordás, reo?» y «Volvé, mi negra», el cual grabó con la compañía musical Odeón.

[32]​ Según señaló el periodista Jorge Palacio, la mayoría de los tangos interpretados por Merello en sus comienzos poseían letras «humorísticas».

Merello fue representada por Julieta Díaz —quien ya había interpretado a Ada Falcón— en su juventud y por Claudia Lapacó en su vejez.

Merello (centro) con su medio hermano Pascual Anselmi (izquierda) y su madre Ana.
Una de las fotos más populares de Merello, en su juventud.
Tita Merello escogiendo su vestuario, c. 1930.
Tita Merello en la influyente ¡Tango! (1933), la primera película sonora argentina.
Tita Merello y Santiago Arrieta en La fuga (1937).
Guillermo Battaglia , Gloria Ferrándiz y Tita Merello en Filomena Marturano (1948).
Tita Merello en Los isleros (1951).
Tita Merello, 1952.
Tita Merello y Osvaldo Miranda en Ídolos de entrecasa (1968)
Mural de Tita Merello en la estación Hospitales del Subte porteño.