[1] La dictadura declaró ganador a Arturo Frondizi, de la Unión Cívica Radical Intransigente, quien superó a Ricardo Balbín, de la Unión Cívica Radical del Pueblo.
Ante su proscripción política, Perón y Frondizi sellaron un pacto electoral, que fue determinante para el triunfo del segundo.
[3] Frondizi sería derrocado por un golpe de Estado en 1962, aunque logró evitar la instalación de una dictadura militar, mediante una maniobra que instaló como presidente de la Nación al presidente provisional del Senado José María Guido bajo supervisión militar, quien luego procedió a cerrar el Congreso e intervenir los poderes provinciales.
[6]En 1958 inflación, estancamiento económico y revueltas sociales la dictadura organiza unas "elecciones" supervisadas encabezada por Pedro Eugenio Aramburu, en estas se encontraban proscriptos el principal partido político el Partido Justicialista que había obtenido más del 62 por ciento en 1951 y casi el 65 por ciento de los votos en 1954..[7][8] La campaña fue marginal, teniendo solo un mes de duración, los candidatos no pudieron realizar actividades proselitistas sumado al control total del gobierno militar sobre los medios de comunicación.
Las elecciones se realizaron con el Partido Justicialista perseguido e ilegalizado, el expresidente Perón proscripto, así como los dirigentes que adherían a esa corriente política.
Aprovechando la oportunidad, el candidato a la vicepresidencia por la Unión Cívica Radical (UCR), evaluó que tenía una victoria asegurada en las siguientes elecciones, al no encontrarse el peronismo presente, Arturo Frondizi, obtuvo en secreto un acuerdo con el exiliado Perón, mediante el cual los peronistas proscriptos recibirían una voz a cambio de su apoyo.
El pacto, un mero rumor de entonces, creó una brecha en la UCR en su convención del partido en noviembre de 1956, forzando la división del mismo en dos partidos distintos, la Unión Cívica Radical del Pueblo, antiperonista, y la Unión Cívica Radical Intransigente, que quería negociar y legalizar el peronismo para restaurar completamente la democracia.