En 1948 recibió el premio a la Revelación Femenina por su actuación en La calle grita.
Fue la menor de las dos hijas que tuvo la familia Paramidani Padín.
Desde niña, acompañada por su madre, viajaba desde el sur del conurbano hasta la Capital para tomar clases de danza en el Teatro Colón.
Luego, su interés por la actuación se concretó cuando ingresó y completó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático.
[2] También actuó en el programa radial Sonrisas y melodías de Miguel de Calasanz, con Rodolfo Cueto, Virginia Luque, Perla Márquez y Reynaldo Mompel.