Chela Cordero

Fue la primera mujer que manejó en Buenos Aires y, para mejor, luciendo la primera melena "a la garçon" que criticaron las conservadoras, quienes solo la adoptaron años después.

En 1921, debutó en el teatro junto a Luisa Vehil con la obra Chispa de la hoguera, de Enrique García Velloso, en las que fueron sus compañeros Angelina Pagano y Francisco Ducasse.

Al año siguiente logró independizarse y pasó a ser empresaria de su propia compañía que encabezaba con César Ratti.

Más adelante trabajó en la compañía Muiño-Alippi, donde conoció a Luis Sandrini, y en 1937 se inició en cine en el filme ¡Segundos afuera!

Casi todo lo recaudado, más los bienes que ella poseía los invirtió en una productora cinematográfica llamada Pampafilme, para entrar al negocio tuvo que vender casi todas sus alhajas, perdió su casaquinta que tenía en las afueras de Buenos Aires y dejó de comprarse autos en el exterior.