Moro

[3]​ El concepto no presenta una distinción clara entre religión, etnia o cultura, aunque existe una cierta prevalencia en relacionarlo con la cultura árabe y la religión islámica, que son las dominantes en aquella región, no así las únicas (véase Bereberes).

[4]​Debido a esto Fundèu[5]​ recomienda el uso de magrebí, argelino, marroquí, etc., dependiendo del caso.

Tierra de moros se denominaba al territorio dominado por los musulmanes, especialmente en la España musulmana medieval, pero también en cualquier otro lugar o tiempo, en un uso equivalente al concepto islámico de Dar al-Islam.

[6]​ Empleados en la etnografía de los siglos XVIII y XIX para designar genéricamente a los norteafricanos (con mayor o menor precisión en cuanto a color de la piel —más o menos moreno u oscuro—, color y forma del pelo —más o menos negro y rizado—, índice cefálico u otras medidas antropométricas), la utilización de los términos moro o raza mora con este significado cayó en desuso con el avance de la ciencia y no tiene validez científica en la etnografía reciente.

En otras partes del mundo muy alejadas, como Sri Lanka y Filipinas, el vocablo «moro» se utiliza para designar a poblaciones de religión musulmana sin ninguna relación étnica con los oriundos del África septentrional.

La palabra castellana «moro» se hereda del latín maurus y esta a su vez de la griega máuros (negro o moreno), que designaban a los habitantes de la Mauritania antigua; aún hoy en griego moderno mávros-mávri es el adjetivo masculino-femenino para «negro».

No está claro si fue este uso como adjetivo el que originó la denominación del gentilicio o fue a la inversa.

También se utiliza coloquialmente la palabra «morapio» para referirse al vino, aunque el DRAE no recoge para esta palabra ninguna vinculación con «moro», ni siquiera como despectivo, sino una única definición: la de «vino oscuro, tinto»; y a pesar de ello no la supone derivada del latín o el griego, sino del árabe andalusí *murabbí, y este del árabe clásico murabbà, electuario, por murabbab, hecho arrope.

[12]​ De este uso se derivó la segunda, aunque el DRAE especifica que esta palabra procede del árabe hispano almurábiṭ, y este del árabe clásico murābiṭ, acantonado.

[14]​ Según el historiador romano Salustio, los moros (mauri) fueron uno de los pueblos que formaron parte del ejército de Hércules en su viaje al extremo occidental del Mediterráneo,[15]​ junto con persas, armenios y medos.

[17]​[18]​ El término moros también es utilizado por el historiador bizantino Procopio de Cesarea y por el romano-africano San Agustín para designar a la población no romanizada de Aurés, entre otras poblaciones indígenas sublevadas contra Roma.

[19]​[20]​ En contraste, las poblaciones autóctonas favorables al régimen romano se designan con el término afris.

[23]​[24]​[25]​ Varias localidades denominadas Mortaigne o Mortagne en las actuales Francia y Bélgica derivan su nombre de Mauretania,[26]​ aunque también se ha propuesto la etimología agua muerta.

En cambio, para algunos delitos cometidos por moros contra cristianos, el fuero de Sepúlveda prevé penas mayores que para casos opuestos:

Moro mogataz o simplemente mogataz (del árabe hispano muḡaṭṭás, y este del árabe muḡaṭṭas, bautizado, literalmente, 'zambullido'), era el término con que eran designados los soldados indígenas que, sin renunciar a su religión musulmana, estaban al servicio de España en esas plazas, en las incursiones al interior, o en las galeras.

Las harkas moras, o tropas irregulares que hacían guerra de guerrillas, eran combatidas por tropas españolas, pero también por la Legión Española (cuerpo creado en 1920, en el que se alistaban soldados de cualquier nacionalidad) y por los Regulares (cuerpo indígena creado en 1911, o sea, también moros).

El hassanía, un dialecto árabe principalmente oral, influido por el bereber, cuyo nombre deriva de esa tribu, se convirtió en el idioma dominante entre la población mayoritariamente nómada de la región; así como el rito o escuela malikí (versión espiritualista del islam sunní) llegó a ser la práctica religiosa dominante.

[51]​ La expansión islámica hacia el sur supuso contactos económicos y demográficos desde la Edad Media (ruta del oro transahariana, disputada secularmente por todas las potencias con proyección en la zona, desde el Califato de Córdoba hasta el Imperio songhay); pero fueron mucho más importantes desde finales del siglo XVI, cuando el sultanato de Marruecos consigue la conquista de Tombuctú, que mantiene durante dos siglos.

En Níger y Malí, la población de habla hassanía, variedad dialectal del árabe que algunas fuentes identifican con la que caracteriza a los moros, es conocida como árabes azawagh, por la región sahariana de Azawagh o Azaouad.

[53]​ En el Ceilán portugués, el actual Sri Lanka, la población musulmana, considerada de origen árabe, fue denominada con el término moros, significativo para los colonizadores.

Por un lado, los embarques hacia las Indias estaban muy controlados, y se restringía a los cristianos viejos.

Sin ningún tipo de conexión con la religión islámica ni con la población del África septentrional, los moros en Cuba son los mulatos de tez oscura, cabello negro lacio y facciones finas.

También en el escudo del Papa Pío VII, Barnaba Gregorio Chiaramonti (1800-1823), aparecían tres cabezas de moro.

Pero el moro en la heráldica de Italia en general lleva alrededor de la cabeza una banda blanca, que indica al esclavo ya liberado, y no está coronado, mientras que sí lo está en la heráldica germánica.

Moros del norte de África . Fotografía de National Geographic de 1917 ( Gypsies and Moors in Northern Africa ). [ 1 ]
El café de las golondrinas , acuarela de tema orientalista de Mariano Fortuny , sobre apuntes tomados en Tánger (1868). [ 2 ]
Vestido de fiesta , óleo de tema orientalista de Étienne Dinet (1907).
Abd el-Ouahed ben Messaoud ben Mohammed Anoun, embajador moro ante la reina Isabel I de Inglaterra (1600). De autor anónimo.
Juglar moro y juglar cristiano , en las Cantigas de Alfonso X el Sabio , hacia 1284.
Guerreros moros y cristianos, formando parte de un mismo ejército. Fue una situación muy común durante la mayor parte de las batallas de la Reconquista. De las mismas Cantigas .
Ilustración de Los Motines de las Alpujarras , de Manuel Fernández y González (1859). Grabador: Tomás Carlos Capuz.
Expulsión de los moriscos , por Vicente Carducho . Comienzos del siglo XVII (el hecho representado es de 1609).
Gigantes moros de Sitges , figuras de la fiesta popular de gigantes y cabezudos .
Moriscos en Granada , por Christoph Weiditz (1529)
Mogataz del siglo XVIII .
Mujeres moras de Timbuctú hacia 1896, en la obra Tombouctou la mystérieuse de Félix Dubois
Moros de Timbuctú hacia 1896, en la obra Tombouctou la mystérieuse de Félix Dubois
Escudo de Benedicto XVI con una cabeza de moro al natural, con labios, corona y collar de gules (rojos).
Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV de Barcelona, cada uno con el símbolo heráldico que se les atribuía en el siglo XVI : el de Aragón, la Cruz de San Jorge con las cuatro cabezas de moro o Cruz de Alcoraz . Copia de un óleo original de Filippo Ariosto (1586).
Esquina de El Moro Muza en Mérida, Yucatán.
Moros de las fiestas de El Campello .