Frisinga

Aunque los hallazgos arqueológicos muestran que la zona estuvo poblada en la Edad del Bronce, no se han encontrado pruebas que sugieran un asentamiento continuo hasta la Frigisinga del siglo VIII.

San Corbiniano se asentó en un santuario que ya existía en Frisinga en 724.

En 996 Frisinga recibe los derechos de ciudad del emperador Otón III.

Sin embargo, tras la «(...) destrucción del puente episcopal, aduanas, ceca y salinas cerca de Oberföhring por el Duque Enrique el León, que trasladó las aduanas y la ubicación del puente a la parte alta de Oberföhring, situándolos en la población de Múnich en el Isar»,[3]​ en 1158, Frisinga empezó a perder su importancia económica.

En 1159 se construyó la catedral románica, con una notable columna de animal en la cripta.