Ofensiva del Levante

Tanto los generales de Franco como sus aliados alemanes e italianos esperaban que el siguiente ataque fuera dirigido contra la capital catalana.

Tampoco quería volverse sobre Madrid, puesto que una debacle rápida en la capital habría dejado a su vez numerosas fuerzas republicanas en Cataluña y el sudeste.

Ambas opciones hubieran desembocado en un armisticio, que habría supuesto hacer concesiones a los vencidos.

Franco se proponía, como ya había explicado claramente a los italianos, la aniquilación gradual pero absoluta de la República y sus defensores».

En un primer asalto logró abrir una brecha en las defensas republicanas pero inmediatamente cambiaron las condiciones climáticas y en medio de lluvias torrenciales el avance se ralentizó.

[6]​ Pero en las tres líneas la lucha fue encarnizada y el avance seguía siendo lento, encontrando una reforzada actitud republicana de resistir, impensable hacía solo unas semanas atrás.

[9]​ En el momento de la retirada republicana se cometieron crímenes contra los presos políticos derechistas reclusos en la prisión provincial.

[10]​ Los franquistas contaban ahora con el puerto del Grao de Castellón, en pleno Mediterráneo.

La Legión Cóndor alemana se hallaba agotada y fue temporalmente retirada del frente.

Se reciben como refuerzos tres divisiones del CTV italiano,[13]​ además de un poderoso apoyo aéreo.

[12]​ El 5 de julio, las divisiones franquistas en Levante emprendieron una gran ofensiva para abrirse camino hacia Valencia.

[14]​ García Valiño, que se encontraba estacionado con sus tropas en las afueras de Castellón, comenzó la embestida desde el norte,[15]​ pero en aquel sector la sierra de Espadán llegaba casi hasta el mar y las fuerzas republicanas, dirigidas por los capacitados Gustavo Durán y Menéndez López, no pudieron ser desalojadas.

[14]​ Finalmente, cayó Sarrión y, con ella, las posiciones republicanas situadas a lo largo de la Sierra del Toro.

El repentino avance exitoso de los franquistas quedó bruscamente detenido, recurriendo estos al bombardeo artillero y aéreo, pero no causaron la menor impresión en los defensores.

Hasta el 23 de julio fueron lanzados durísimos ataques contra las defensas republicanas, pero todos ellos fueron repelidos.

Llegaron las noticias de que las tropas republicanas habían cruzado el Ebro y los franquistas suspendieron todas sus operaciones en este sector.

Esta "colaboración" permitió a los italianos centrarse más en los puertos buscando los buques mercantes que se encontraban en ellos, con el objetivo de colapsar el comercio marítimo mediterráneo, sin olvidar los aeródromos y los nudos de comunicación.

[27]​ Cataluña también fue bombardeada en junio y julio mientras se desarrollaba la ofensiva del Levante hacia Valencia.

[29]​ Toda la campaña desde abril había costado unas 20.000 bajas[30]​ al bando sublevado entre muertos y heridos, así como importantes pérdidas materiales.

Las tropas franquistas no han conseguido romper las defensas enemigas, ni avanzar hasta Sagunto, y menos aún haber logrado tomar Valencia.

Tropas marroquíes festejando la toma de Rubielos de Mora , 1938.
Reemplazo republicano destinado al frente de Teruel.
Nido de ametralladora de la Línea XYZ en Vall de Uxó.
Hidroavión alemán He 59 como los que atacaron los puertos mediterráneos republicanos desde su base de Pollensa .