[4] Su origen se produce en plena Edad Media, una vez conquistado el distrito castral del Castell Vell por Jaime I de Aragón y trasladada la villa a su ubicación actual, época en la que se dio el primer comercio marítimo conocido con seguridad en la zona.
Empezando por el norte y en sentido antihorario, desde el monolito que marca el límite con Benicasim en la playa del Serradal, la frontera se ciñe al camino de la Ralla de Benicasim hasta cruzarse con la vía de ferrocarril a la que sigue hasta su encuentro con el camino de la Donación, que paralelo al mar en dirección norte-sur sirve como límite con los distritos Norte y Este del municipio hasta que alcanza la N-225 y la CV-183, creando una zona triangular que la delimitación parroquial no incluye, hasta llegar al límite municipal con Almazora.
La Marjalería ocupa todo el litoral y queda separada del mar por una restinga que crea una costa baja y arenosa de 8,6 km de longitud cuya mitad norte ocupan las tres playas del municipio, y la otra mitad está dedicada al Puerto, cuya construcción modificó profundamente la línea costera, apareciendo una acumulación de tierras ganadas al mar al norte y una inundación de las playas y parte de la tierra firme al sur donde ahora se encuentra el polígono industrial del Serrallo.
Las aves acuáticas son muy importantes en ecosistemas húmedos con somormujos lavancos, zampullines chicos, pollas de agua, cigüeñuelas, y chorlitejos chicos aparte de numerosas aves migratorias en sus pasos primaverales y otoñales.
La aves nidificantes son escasas, destacando el chorlitejo patinegro que se reproduce en la playa del Serradal.
La Marjalería, que va del camino de la Donación hacia el este, hasta llegar al mar.
Su principal característica es el nivel muy superficial de la capa freática lo que convierte esta área en muy inundable.
[8] Su relieve característico en forma de pequeños cerros y dunas ha desaparecido, pero el pinar se ha mantenido casi completo habiendo desaparecido la cuarta parte más al sur —hasta la actual calle Serrano Lloberes— para ser aprovechada por servicios del puerto.
También durante los siglos de dominación musulmana debió haber comercio en dicho lugar.
Los primeros pescadores que se conocen, se cifran en 1398 y estaban domiciliados en la parroquia Santo Tomás, ubicada en la calle Escultor Viciano de Castellón, mientras que el primer censo del Grao como barrio independiente data de 1865 con 428 vecinos.
El Grao estaba constituido originalmente por una serie de estanques a los que cierra su salida al Mediterráneo el Serradal, barra de restinga que forma una elevación entre el mar y la zona pantanosa, que no permite un desagüe adecuado, formando un amplia zona de un paisaje pantanoso.
En 1928, 1943 y 1949 se realizan excavaciones arqueológicas, cuyos resultados no se conocen, pero que confirmaban la existencia y perduración, a pesar de haberse deshecho dicho túmulo, del yacimiento arqueológico.
Hoy en día, tal y como se ha comentado, continúa estando ocupado por el Grao, y a la espera de que se lleve a cabo un proyecto arqueológico apropiado antes de que desaparezca completamente el yacimiento.
Presenta cuatro líneas de escritura, la última más corta, que no ocupan toda la longitud del soporte.
Ambas fortalezas también contaban con dos torreones en su parte superior, que pueden apreciarse aún en la de Sant Vicent.
Sin embargo, estas cuadras actualmente han desaparecido, por lo que la imagen actual de la torre de Benicasim aún es más semejante a la que presentó la Torre del Pinaret.
Ese mismo Muelle acabó abriéndose a la ciudadanía con la apertura en 1995 de la plaza del Mar junto al Edificio Moruno y el edificio del Real Club Náutico con su jardín, sus reconocidos quioscos-restaurante y la indescriptible torre mirador; en una segunda fase se amplió la plaza con nuevos jardines como un laberinto —eliminado para crear la plaza de Sète—, templete con teatro al aire libre y la fuente del Peix; más tarde, fruto de una tercera fase, se inauguró en 2003 el complejo de ocio Puerto Azahar con restaurantes, cafeterías, pubs y un multicine con 10 salas, así como la reconstrucción del viejo faro del Puerto como elemento emblemático del nuevo espacio.
[29] En los primeros años del siglo XXI su suelo fue cedido por la Autoridad Portuaria al ayuntamiento, que emprendió varias obras de rehabilitación para recuperar su esplendor.
Desde el exterior se puede llegar por la N-225 que al llegar al núcleo urbano se convierte en las calles Ciudadela y Juan de Austria prolongándose hacia Benicasim por el camino Serradal.
Las calles más importantes del núcleo urbano del distrito marítimo son la prolongación de esta última avenida: el paseo Buenavista, y las calles Treballadors de la Mar y Sardina que se une con la carretera nacional.
Existe una línea de autobús público interurbano que conectan Castellón con el Grao gestionada por una empresas privadas.
[34] En 2014 entró en servicio la prolongación del TRAM hasta el Grao completando la línea 1 prevista.
Poco tiempo después se crearon algunos servicios complementarios mediante transbordo, primero en temporada estival y luego de forma permanente, para acercar el TRAM hasta las playas de la ciudad dando la vuelta al Pinar del Grao, una medida que se quiere hacer permanente electrificando el recorrido y haciendo accesibles las paradas.
[40] La gastronomía típica del Grao se enmarca dentro de la dieta mediterránea y da mucha importancia a productos de origen local, especialmente al arroz, verduras y pescados.
A la conocida paella, que en Castellón siempre se le incorpora alcachofa, y acostumbra a llevar carne de pato en agosto, caracoles en otoño y pelotas en Navidad; se le unen otros arroces hechos con pescado, como el arroz a banda, el arrossejat o el arrocito de Castellón creado en 2017 con productos de la lonja del Grao.
Al norte de la localidad se encuentran las Instalaciones deportivas Emilio Fabregat, con piscina y pabellón cubierto, y junto a la playa del Pinar, el campo de fútbol Javier Marquina.