[1] durante los regímenes que se iniciaron con la Reforma Liberal en 1871 y terminaron con la renuncia de Jorge Ubico Castañeda en 1944.
Asimismo, fue la entidad rectora de la educación media durante los gobiernos del Dr.
[4] Los gobiernos liberales expropiaron los siguientes monasterios a las órdenes del clero regular, luego de derogar el Concordato de 1854 en el que el Estado guatemalteco se había comprometido a resguardar la propiedad privada de la Iglesia Católica:[5][6] En enero de 1875 se fundó el Instituto Nacional Central para Varones[b] con las mmg asignaturas de gramática y literatura, aritmética, trigonometría y topografía, dibujo lineal, teneduría de libros, física, mecánica, agricultura, historia natural, anatomía, fisiología e higiene, anatomía y fisiología comparadas, filosofía y pedagogía, latín, francés e inglés, derechos y deberes del ciudadano y calistenia; un programa positivista completo.
[6] Ya con condiciones materiales aceptables, Toruño inició la labor docente que elevó la calidad académica del Instituto Central.
[7] En 1892 llegó a Guatemala el futuro intelectual unionista nicaragüense Salvador Mendieta como alumno externo.
[1] Los estudiantes, -todos ellos graduados del Instituto Nacional Central para Varones exceptuando Julián Irías quien era oriendo de Nueva Segovia, Nicaragua- se distinguieron en Derecho Constitucional, Derecho Internacional, Oratoria Forense, Literatura Española y Americana y en Filosofía de la Historia.
[9] Pero, por otra parte, debido a la crisis económica derivada del embellecimiento de la infraestructura y el fracaso de la Exposición Centroamericana que se celebró ese año, hubo serios problemas económicos en el país, los que se reflejaron en la educación.[10].
[13] La cantidad de estudiantes que tenían acceso a las principales entidades educativas era minúscula; por ejemplo, en la memoria de la Secretaría de Instrucción Pública de 1907, el ministro Angel M. Bocanegra reporta que en el Instituto Nacional Central para Varones había ciento ochenta y un estudiantes inscritos en secundaria y setenta y dos en primaria, y que se graduaron diecisiete educandos el año anterior.
[15] Finalmente, la Escuela Normal Central para Varones tenía dieciséis estudiantes normalistas y ciento veinte estudiantes en las escuelas de aplicación y graduó tan sólo a tres maestros.
A Chacón le tocó, durante su administración, sufrir los primeros embates de la Gran Depresión de 1929, lo que dificultó y finalmente dio al traste con la realización del proyecto.
El viejo sistema de tribunales para los exámenes orales fue sustituido por las pruebas objetivas.
La capacidad dirigencial de sus directivos, posibilitaron que el STEG llegara a ser la más poderosa organización sindical del período y que sus planteamientos fueran esencialmente políticos.
[27] Ese año también se emitió la Ley Orgánica de Educación Nacional, con carácter anticomunista.
[28] La Iglesia Católica recuperó parte del poder que había tenido durante el gobierno conservador del Rafael Carrera en el siglo XIX;[29] así pues, la educación religiosa privada tuvo un auge a partir de 1955, con la fundación de varios colegios elitistas para varones -principalmente el Liceo Javier, Colegio Salesiano Don Bosco, Colegio Monte María, Instituto Experimental La Asunción y el Liceo Guatemala- los cuales absorbieron a los estudiantes de élite que anteriormente hubieran atendido clases en las instituciones gubernamentales laicas como el Instituto Nacional Central para Varones, Escuela Normal para Varones o el Instituto Normal Central para Señoritas Belén.
La protesta tuvo efecto: en los siguientes días crecieron las acciones en contra del régimen, inclusive grandes manifestaciones en las calles de la capital.
Los estudiantes, utilizando únicamente palos, piedras y algunas bombas Molotov, detuvieron los avances de las fuerzas públicas.
Cuando el gobierno cortó la red telefónica, los estudiantes reaccionaron, ocupando radioemisoras para transmitir sus mensajes y coordinar así sus acciones.
Las protestas se extendieron al interior del país, Chiquimula, Jutiapa, Retalhuleu, San Marcos, Huehuetenango y principalmente a Quetzaltenango, el segundo centro de protesta estudiantil.
También llegaron a participar varios partidos políticos de la oposición, quienes maniobraron para tomar el control del movimiento.
Al inicio de las manifestaciones, los militares que estaban descontentos con el presidente no actuaron.
De tal cuenta, al crecer las protestas, altos oficiales buscaron contacto directo con los estudiantes para planificar la transición pos Ydígoras.
[26] En 1974 le fue conferida la Orden del Quetzal al Instituto Central en el centenario de su fundación.
A partir del gobierno del licenciado Julio César Méndez Montenegro se elimina la militarización del Instituto, y se da una pequeña apertura democrática en Guatemala, lo que permite a los estudiantes de educación media en el país a reunirse en la Coordinadora de Estudiantes de Educación Media (CEEM).
Durante las décadas de los setenta y ochenta, la CEEM y el frente estudiantil Robin García, con líderes del Instituto Nacional Central para Varones, estuvo involucrada en los siguientes actos de protesta: Debido a la fuerte represión del gobierno durante las décadas de 1970 y 1980, el nivel académico del Instituto Nacional Central para Varones empezó a disminuir.