Instituto Normal Central para Señoritas Belén

[5]​ La profesora Ana Gilma de Rosales en un documento donde narra la historia del Belén, cuenta que las actividades educativas comenzaron durante el régimen del general Rafael Carrera (1845-1865), cuyo régimen firmó un Concordato con la Santa Sede en 1854, en el que se comprometía a otorgar la educación de Guatemala a la Iglesia católica.

Durante este período, sobre la base de los preceptos liberales anticlericales, se expropiaron numerosos bienes a las órdenes del clero regular de la Iglesia Católica, ya que esta era uno de los principales terratenientes y encomenderos conservadores; y se restringió el poder del clero secular y los arzobispos con la eliminación del diezmo obligatorio.

[7]​ Los gobiernos liberales expropiaron los siguientes monasterios a las órdenes del clero regular, luego de derogar el Concordato de 1854 en el que el Estado guatemalteco se había comprometido a resguardar la propiedad privada de la Iglesia Católica:[11]​[12]​ En enero de 1875 se fundó el Instituto Nacional Central para Varones[b]​ con las mmg asignaturas de gramática y literatura, aritmética, trigonometría y topografía, dibujo lineal, teneduría de libros, física, mecánica, agricultura, historia natural, anatomía, fisiología e higiene, anatomía y fisiología comparadas, filosofía y pedagogía, latín, francés e inglés, derechos y deberes del ciudadano y calistenia; un programa positivista completo.

[9]​ En esos primeros años del Colegio de Señoritas fue catedrático el insigne poeta y patriota cubano José Martí, quien tuvo entre sus alumnas a la señorita María García Granados y Saborío, hija del expresidente Miguel García Granados; hubo un idilio entre ambos que no pudo concretarse porque Martí ya estaba comprometido para casarse con la señorita Carmen Zayas Balán.

Su plan laico de estudios comprendía: Este plan laico, aunque para nada deficiente para la formación personal de las alumnas, no ponía énfasis suficiente en la pedagogía.

En 1888, fungió como subdirectora la señorita Matilde Wellauer, quien luego llegó a dirigir el plantel.

En 1896 se graduaron seis alumnas como maestras en la Escuela Normal; ellas fueron: Concepción Mancilla B., quien se especializó en el grado infantil, Audelia Reyna B., familiar del presidente José María Reyna Barrios, Lola Castellanos, especializada en el grado complementario, Mercedes Torres, Ester Toledo y Beatriz Cienfuegos, quien se graduó con tan sóo catorce años de edad; las edades de las otras alumnas graduadas oscilaban entre los 14 y los 20 años.

[7]​ El gobierno, al igual que el de Orellana, realizó varios concursos para elegir a los más aventajados estudiantes que culminaban su carrera como maestros y otorgarles una beca que les permitiera continuar sus estudios en otros países convirtiéndose en profesionales de la pedagogía para que, de vuelta a Guatemala, pudieran encargarse de formar a los nuevos maestros.

[11]​ Cuando Jorge Ubico tomó la presidencia en 1931, acabó con todas las novedades en materia educativa y dificultó seriamente las condiciones para el magisterio nacional.

Arévalo llevó a cabo todos los cambios que Chacón solamente pudo intentar.

El viejo sistema de tribunales para los exámenes orales fue sustituido por las pruebas objetivas.

Como ejemplo del autogobierno, En la Revista ciclo escolar aparece foto de la actriz guatemalteca Norma Padilla como directora de Belén en un juego pedagógico del Instituto promovido por la dirección.

[15]​ Como resultado, la actividad artística de Belén se desarrolló ampliamente y se montaron las siguientes obras: Lo más importante de este movimiento fue el sentido que se le dio al arte, ya que de ser un grupo de aficionados en una actividad extracurricular paso a profesionalizarse; en un inicio las mismas jovencitas interpretaban los papeles masculinos, pero más tarde se abre el espacio para que lleguen varones a trabajar con ellas.

Durante el Gobierno de Arbenz se incrementó en gran manera la educación rural y la alfabetización.

Los postulados pedagógicos de la revolución se mantuvieron vigentes por 10 años cuando se dio a la educación un carácter democrático desde los jardines de niños a la Universidad, surgieron: el periodismo escolar, el auto gobierno y las asociaciones de estudiantes se generalizaron en todas las escuelas secundarias.

La capacidad dirigencial de sus directivos, posibilitaron que el STEG llegara a ser la más poderosa organización sindical del período y que sus planteamientos fueran esencialmente políticos.

[22]​ Ese año también se emitió la Ley Orgánica de Educación Nacional, con carácter anticomunista.

[10]​ La Iglesia Católica recuperó parte del poder que había tenido durante el gobierno conservador del Rafael Carrera en el siglo xix;[23]​ aunque el Arzobispo de Guatemala, Mariano Rossell y Arellano publicara un escrito respecto a que la Iglesia Católica no buscaba privilegios en su lucha contra el gobierno de Arbenz,[24]​ consiguió que el gobierno del coronel Castillo Armas incorporara en la Constitución de 1956 lo siguiente: Así pues, la educación religiosa privada tuvo un auge a partir de 1955, con la fundación de varios colegios elitistas para señoritas -Colegio Belga Guatemalteco, Monte María e Instituto Experimental La Asunción, entre otros- los cuales absorvieron a las estudiantes de élite que anteriormente hubieran atendido clases en el Instituto Normal Central para Señoritas Belén.

La protesta tuvo efecto: en los siguientes días crecieron las acciones en contra del régimen, inclusive grandes manifestaciones en las calles de la capital.

Los estudiantes, utilizando únicamente palos, piedras y algunas bombas Molotov, detuvieron los avances de las fuerzas públicas.

Cuando el gobierno cortó la red telefónica, los estudiantes reaccionaron, ocupando radioemisoras para transmitir sus mensajes y coordinar así sus acciones.

Las protestas se extendieron al interior del país, Chiquimula, Jutiapa, Retalhuleu, San Marcos, Huehuetenango y principalmente a Quetzaltenango, el segundo centro de protesta estudiantil.

También llegaron a participar varios partidos políticos de la oposición, quienes maniobraron para tomar el control del movimiento.

Al inicio de las manifestaciones, los militares que estaban descontentos con el presidente no actuaron.

De tal cuenta, al crecer las protestas, altos oficiales buscaron contacto directo con los estudiantes para planificar la transición pos Ydígoras.

Asimismo, prohibió todo tipo de actividad sindical en el magisterio.

Durante las décadas de los setenta y ochenta, la CEEM, con líderes del Instituto Belén, estuvo involucrada en los siguientes actos de protesta: Debido a la fuerte represión del gobierno durante las décadas de 1970 y 1980, el nivel académico del Instituto para Señoritas Belén empezó a disminuir.

Profesora Natalia Górriz , fundadora de la «Escuela Normal de Señoritas» en 1888. Fotografía de La Ilustración Guatemalteca .
María García Granados y Saborío , hija del general Miguel García Granados y nieta de la hermana del general, la periodista y poetisa María Josefa García Granados [ a ] ​ Alumna del poeta José Martí en el Colegio para Niñas en 1877, se enamoró de este, y su temprana muerte dio origen a la leyenda de «La Niña de Guatemala».
General Justo Rufino Barrios , presidente de Guatemala de 1873 a 1885.
General Manuel Lisandro Barillas Bercián , presidente de Guatemala de 1885 a 1892. Durante su gobierno se decretó la fundación de la Escuela Normal de Señoritas.
La profesora Rafaela del Águila, rodeada de sus alumnas egresadas con el diploma de Maestras de la Escuela Normal en 1896. Las alumnas son: Concepción Mancilla, Audelia Reyna Barrios, Lola Castellanos, Mercedes Torres, Ester Toledo y Beatriz Cienfuegos. [ 4 ]
Uniforme utilizado por las estudiantes en la década de 1890. Imagen de El Educacionista .
Clase de educación física durante el gobierno del general Jorge Ubico .
Profesora Olga Pérez Guisasola. Estudió en el Instituto Belén en la década de 1930 y luego laboró en el magisterio guatemalteco público y privado hasta la década de 1990.
Arboledas centenarias en los patios del Instituto. Fotografía de ca. 1940.