Manuel Lisandro Barillas

quien llegó en el instante del sepelio del general Justo Rufino Barrios y exigió al general Juan Martín Barrundia —hasta pocos días antes ministro de Guerra de Barrios y principal candidato a quedarse en la presidencia— que le fuera entregado el poder, aduciendo que un número regular de tropa venía con él, indicándole a Barrundia que la tropa estaba acantonada a inmediaciones de la ciudad.Barrundia regresó a Guatemala en 1888, para finalmente radicarse en México desde donde publicó folletos en contra del gobierno de Barillas.[5]​ Lo enmarcado dentro de la ley era la obligación que tenía Barillas, ya como provisorio, de convocar a elecciones en un tiempo posterior, aspecto que obvió para quedarse en el poder imponiendo un gobierno dictatorial.Según sus biógrafos, su gobierno fue un desastre total que afecto la economía del país.Durante aquel gobierno se fusiló a numerosos enemigos del régimen y se expulsó del país a mucha gente que no compartía el pensamiento político de Barillas.[7]​ Para 1881, las relaciones entre el presidente Justo Rufino Barrios y los representantes de la Iglesia católica habían mejorado considerablemente, y el presidente Barrios envió a su amigo personal —y antiguo sacerdote— Ángel María Arroyo como ministro plenipotenciario ante la Santa Sede para trabajar en un nuevo concordato, que sustituyera al Concordato de 1852.[10]​ Por aquellos días ya el general José María Reina Barrios se movía en el tinglado político promoviendo su campaña presidencial, gracias a su parentesco con el general Justo Rufino Barrios y al prestigio militar del que se revistió tras su valiente y efectiva participación en la retirada tras la derrota del ejército guatemalteco en la Batalla de Chalchuapa en 1885.[13]​ Tras el derrocamiento del presidente salvadoreño por Carlos Ezeta en El Salvador, el designado a la presidencia salvadoreña, Camilo Álvarez, y numerosos enemigos del nuevo régimen se refugiaron en Guatemala y solicitaron ayuda al presidente Barillas para que detuviera a los ejércitos de Ezeta, que pretendía invadir a Guatemala; la verdadera intención era recuperar el gobierno en su país valiéndose del ejército guatemalteco.Manuel Lisandro Barillas Las tropas se movilizaron hasta la frontera, con Camilo Álvarez entre ellos, quien incluso había nombrado a sus ministros.[5]​ Durante la guerra, no obstante, ocurrieron dos hechos significativos para el gobierno de Barillas: Otorgó becas para realizar estudios en Europa a los más sobresalientes estudiantes de medicina de la Universidad Nacional, y también a los literatos, como Enrique Gómez Carrillo, a quien le otorgó una beca para estudiar en Madrid, a instancias del poeta nicaragüense Rubén Darío, quien dirigía el periódico en donde colaboraba Gómez Carrillo.Los miembros fundadores fueron Fernando Cruz, primer director, Ángel María Arroyo, el poeta Juan Fermín de Aycinena, Agustín Gómez Carrillo,[c]​ Antonio Batres Jáuregui, José Matías Quiñónez, Antonio Machado Palomo y Guillermo Francisco Hall Avilés.[17]​ El gobierno, por su parte otorgaría todas las seguridades necesarias -sin perjuicio para la Nación, á fin de que los contratos fueran efectivos.Cuando la obra se puso en marcha, estuvo a cargo del ingeniero Miguel Rivera Maestre, pero este renunció poco después, siendo sustituido por José Beckers, profesional especializado en Alemania, quien construyó las fachadas de marcado helenismo y agregó un vestíbulo.[25]​ Para que el teatro pudiera ser digno de los festejos, también se aprobó una erogación de fondos especial para el efecto, pues adicionalmente, la colonia italiana había ordenado levantar en una plazoleta al frente del edificio, un monumento al descubridor, como obsequio para la tierra que los había acogido.[27]​ Con la reconstrucción se rehabilitaron los sectores menos dañados del edificio: la cárcel y la gobernación,[28]​ la cual empezó a funcionar en el establecimiento en 1896.[30]​ En este proceso electoral fue la primera vez que los partidos hicieron propaganda en los periódicos de la época.La siguiente anécdota relata mejor lo que ocurrió entonces:[32]​ Al llegar el período eleccionario, los primeros dos días de votación favorecían a Lainfiesta.Durante su gestión adquirió terrenos que donó a familias de escasos recursos en su totalidad.Asimismo, tenían el apoyo de un barco del vapor «Imperio» que estaba anclado en San Francisco, California, Estados Unidos.Naturalmente que los militares eran guatemaltecos y colaboraban estrechamente con el régimen de Estrada Cabrera.[36]​ Sus restos fueron expatriados posteriormente a la ciudad de Quetzaltenango, en donde descansan en el cementerio municipal.
General José Onofre Barillas con sus hijos Manuel Lisandro e Isodoro poco después del triunfo de la Revolución Liberal de 1871 .
Alcaldes indígenas del altiplano guatemalteco en 1891, durante el gobierno del general Barillas Bercián.
Carlos Ezeta 1890.
Teatro Colón en 1884. [ 20 ]
Vista del edificio Recinos y de la Catedral desde el tejado del Teatro a principios del siglo xx .
Escudo de Guatemala a partir de 1858. Se encontraba en el frontispicio del Teatro Carrera.
Teatro Colón tras su remodelación en 1892.