[2] También fue profesor de varias asignaturas en el Instituto Nacional Central para Varones y en la Escuela Politécnica.
[8] El periódico opositor La Ley, que apoyaba a León Castillo, analizó a Estrada Cabrera diciendo que, como había sido ministro de Gobernación hasta pocos meses antes de la muerte del general Reina barrios, su gobierno sería muy similar al del fallecido presidente; es decir, habría inicialmente leyes muy liberales y desarrollo en la instrucción y en las obras públicas, y al cabo de unos pocos años habría un régimen despótico, que acabaría con la hacienda pública, confiscaría bienes, atacaría la libertad de prensa, llenaría de luto a las familias guatemaltecos y prorrogaría inconstitucionalmente su período presidencia.
También lo acusaban de que como jefe del Castillismo, personalmente repartió las cuatro monturas quitadas al mismo Cuevas; en total, las pérdidas en «La Carbonera» habrían ascendido a quince mil pesos.
[16] Durante las tres semanas que duró esta revolución, la prensa tuvo prohibido publicar cualquier noticia acerca del levantamiento y todos los telégrafos fueron intervenidos.
Este encuentro fue seguido de cerca por un espía enviado por el cónsul de Guatemala en la ciudad, quien informó posteriormente a Estrada Cabrera que en Tapachula los exiliados habían sostenido una entrevista con «dos famosos artilleros ecuatorianos»; Estrada Cabrera asumió que se trataba de Bowen y Triviño y puso en marcha un operativo para capturar a los dos aventureros.
Un anarquista francés al servicio de Cabrera, Hipólito Lambert fue comisionado para ejecutar la orden.
Al llegar, Lambert, junto con los agentes mexicanos Juan Urzúa, Vicente Albores y Mateo Ramírez, invitaron a Bowen y a Pineda Castañeda para una cena, pero el segundo no asistió; Bowen, que tenía mucho valor, llegó sin sospechar nada; poco después de la comida, el militar ecuatoriano quedó narcotizado y así se lo llevaron a San Marcos en Guatemala, en donde fue fusilado el 23 de julio.
Entre los miembros de esta Asamblea se puede mencionar a Carlos Herrera y Luna, Adrián Vidaurre, José María Letona y José María Orellana, quienes luego desempeñarían importantes cargos de gobierno.
[18] José León castillo se sublevó contra el presidente el 2 de diciembre de 1899, logrando que sus combatientes (principalmente emigrados) tomaran Jutiapa; pero esta incursión pronto fue sofocada, quedando León Castillo exiliado en El Salvador.
[20] En 1906 se produjo una invasión de emigrados políticos que vivían en México y El Salvador.
[21] León Castillo permaneció en el exilio hasta que Estrada Cabrera fue derrocado en abril de 1920.