Palacio de los Capitanes Generales (Guatemala)

[4]​ Los sismos continuaron y en 1751 hubo otro fuerte temblor que dañó la ciudad.

[7]​ en ese oportunidad, el Palacio Real sufrió cuantiosos daños y hubo de ser reconstruido totalmente.

Para 1773, el Reino de Guatemala era vasto, con una jurisdicción que abarcaba más de 2400 kilómetros de longitud, limitada por el Océano Atlántico y el Océano Pacífico al sur; tenía tres obispados sufragáneos, once ciudades, muchas villas y aproximadamente novecientos pueblos, repartidos en veinticuatro gobiernos y alcaldías mayores que dominaba la Real, Pretorial Audiencia, presidida por el presidente, el consejo y regimiento.

[10]​; y finalmente, el poder eclesiástico, que estaba dirigido por el arzobispo, con nueve prebendados, cinco dignatarios, dos curas rectores, ocho conventos religiosos, cinco de monjas, tres de beatas y dos colegios.

La sacudida ocasionó el destrozo de las edificaciones religiosas, gubernamentales y privadas, así como rompió acueductos y provocó la escasez de alimentos, pues los nativos, que abastecían a la población, habían huido a los montes.

En la reunión se decidió informar al Rey Carlos III y al Consejo de Indias sobre los destrozos y el eventual traslado al vecino valle de La Ermita, sitio que no estaba cercano a volcanes, circunstancia a la que se atribuía los temblores.

El 16 de enero de 1775 el maestro mayor de obras Bernardo Ramírez, comenzó a sacar todos los materiales utilizables del edificio para trasladarlos a la nueva capital ya que se había emitido orden legal en la cual se ordenaba que debían ser trasladados al nuevo asentamiento todos los materiales que pudiesen servir en la construcción de edificios y casas.

Algunas familias retornaron a la ciudad a tomar posesión de sus antiguas propiedades, lo que motivó la instalación de autoridades en la localidad y la rehabilitación y reconstrucción parcial del algunos edificios.

El antiguo Palacio de los Capitanes Generales se empezó a reconstruir por el corregidor J. Ignacio Irigoyen, mientras que la fachada se reconstruyó durante el gobierno del general Manuel Lisandro Barillas Bercián a finales del siglo xix.

[16]​ En 1896, el escritor Ramón Aceña describió la ciudad en un artículo para La Ilustración Guatemalteca, revista oficial que se publicaba durante el gobierno del general José María Reyna Barrios; en su artículo, Aceña -quien era oriundo de la ciudad - describe el valle como el lugar idóneo para que se asentara en él una gran ciudad, cuyos habitantes disfrutaran de los mejores dones que la naturaleza tiene que ofrecer, y de un clima muy agradable la mayor parte del año.

Parque central con la Parroquia de San José y cobertizos improvisados para las columnas derrumbadas del Palacio de los Capitanes Generales; 1840.
Antigua Catedral de Santiago en un grabado de 1884. [ 9 ] ​ Obsérvese que la arcada del Palacio de los Capitanes Generales, a la derecha, todavía no se había terminado de reconstruir y sólo están los cobertizos que guardan las columnas de los arcos.