Ramón Rosa

Aprendió sus primeras letras con una famosa profesora, a quien más tarde retrató como personaje central en su obra La maestra escolástica.

Poco antes se había afiliado al partido liberal de ese país y había atacado al gobierno conservador del mariscal Vicente Cerna y Cerna desde el periódico El Centroamericano, del que fue cofundador.

[4]​ Cuando triunfó la Reforma Liberal en ese país, en junio de ese mismo año, desde El Centroamericano, apoyó la candidatura del general Miguel García Granados en el plebiscito que fue convocado para elegir al presidente del país entre García Granados y Justo Rufino Barrios, el otro caudillo liberal.

[5]​ Alegando que El Salvador había invadido Guatemala, se rompieron las relaciones diplomáticas;[5]​ las acciones dieron inicio el 1.º.

Posteriormente, la invasión terrestre ingresó por el oriente donde el general guatemalteco Gregorio Solares derrotó en Pasaquina al ejército salvadoreño, tomando control de San Miguel y La Unión;[5]​ en el frente occidental, tras varios enfrentamientos durante la Semana Santa, el Ejército guatemalteco debilitó a las fuerzas salvadoreñas al mando del mariscal González.

Su ideólogo y Ministro General fue Ramón Rosa, con quien emprenderían una ardua labor de transformar a la nación hondureña siguiendo los preceptos liberales que ya habían utilizado en Guatemala.

[9]​ Rosa retornó a Honduras hasta 1889, continuando su labor periodística con la fundación de la revista Guacerique.

[11]​ Sin ningún nuevo éxito, su alcoholismo se exacerbó en sus últimos años y lo consumió totalmente, al punto de producirle una vejez prematura.