Alberto G. Valdeavellano

Habiendo crecido y realizado su educación en la época liberal posterior a 1871 se desarrolló en él una actitud anticlerical y una posición agnóstica muy frecuente en la juventud de aquella etapa.

[1]​ Aparte de su habilidad artística como dibujante y pintor que le hicieron tratar de unir estas cualidades con la técnica fotográfica, -señalando una característica que se repite bastante en la historia de la fotografía en Guatemala, particularmente a fines del siglo xix y principios del xx-.

Posteriormente, ya en los últimos años de su vida activa como fotógrafo creó una nueva compañía, llamada "Valdeavellano y Bolaños", firma que existió hasta su muerte en 1928.

[8]​ Viajó incansablemente por toda Guatemala captando el paisaje rural, tanto por los caminos carreteros como siguiendo vías férreas; lo mismo retratando los monumentos de la época colonial que los de la época prehispánica, particularmente el importante sitio maya de Quiriguá.

[3]​ También resulta interesante mencionar la reproducción de tipos urbanos populares, en la que aparecen lo mismo jóvenes y adolescentes, que sorprendidos en una pose característica, pronuncian o aluden a una expresión coloquial guatemalteca e inclusive fotografía a pordioseros conocidos en el ámbito urbano de Guatemala, como "la mosquita" que de alguna manera incorporara como idea el premio Nobel de literatura de 1967 Miguel Ángel Asturias en su novela El Señor Presidente.

Ruinas del Cerrito del Carmen , fotografía tomada por Valdeavellano y publicada en la National Geographic Magazine en 1919. [ 9 ]