[8] En la actualidad, la economía se centra sobre todo en el turismo, potenciado desde que en 1996 su casco antiguo fuese declarado Patrimonio de la Humanidad.
[10] Cuenca conserva un importante patrimonio histórico y arquitectónico en toda la ciudad antigua, donde destacan edificios como la catedral o las Casas Colgadas, que se han convertido en el icono de la ciudad.
[15] El topónimo Cuenca procede de la forma latina tardía conca (latín clásico: concha, -ae[16]), con el significado metonímico de «valle profundo entre montes»,[17] con paralelismos en otros topónimos españoles.
[20] No obstante, la investigación heráldica ha confirmado que, en una primera etapa, el cáliz no sería tal sino un cuenco, arma parlante de Cuenca al menos desde tiempos de Alfonso X.
Al oeste y sur de la ciudad antigua, y separada por el río Huécar, se extiende la ciudad nueva en dirección N-S, con su centro neurálgico en la calle de Carretería.
Las precipitaciones son más abundantes que en su entorno[cita requerida] debido a la orografía montañosa de la serranía de Cuenca, por lo que se sitúan en torno a los 500 mm anuales.
[6] Ya en época romana la serranía conquense, se vio envuelta en varias de las guerras celtíberas.
Si bien en la provincia existieron tres importantes ciudades romanas (Segóbriga, Ercávica y Valeria), la zona de la capital estuvo muy poco poblada, habiéndose hallado tan solo vestigios de un pequeño asentamiento cercano al puente del Castellar.
Aunque no está clara su fundación, ya existía en el año 784 la ciudad de Qūnka o Kūnka, favorecida por la base que establecieron los Banu Di-l-Nun,[24] e integrada en la cora de Santaver.
[8][25] La plaza fue creciendo en importancia y población, hasta que consiguió convertirse en capital de la cora.
[9] En el marco de las disputas entre el rey Alfonso XI y Don Juan Manuel, Cuenca llegó a formar parte durante algunos años del señorío de Villena, volviendo a pertenecer al rey cuando este le otorgó plena amnistía al señor de Villena.
[19] Cuenca se convirtió en un importante nexo económico a causa, sobre todo, de la producción textil y ganadera.
A la epidemia le siguió una larga sequía y varias plagas de langostas que hicieron descender drásticamente la población hasta tan solo 1500 habitantes en toda la ciudad.
[8] A lo largo del siglo XIX se conformó la ciudad actual, convirtiéndose la calle Alfonso VIII en la principal vía que comunicaba con la Plaza Mayor.
[9] Sin embargo, las agitaciones del periodo hicieron que la ciudad se mantuviera en estado precario hasta bien entrado el siglo XX.
[32] La segunda guerra carlista apenas tuvo ninguna repercusión en la ciudad, mientras que durante la Tercera fue saqueada dos veces.
[32] Si ya a finales del siglo XIX la parte alta de la ciudad deja de ser el centro económico y social, desplazándose este a la calle Carretería (en la ciudad nueva), este cambio se ve intensificado a medida que avanza el siglo XX.
La gran mayoría de la población vivía en la ciudad de Cuenca, y el resto en unidades poblacionales que se encuentran esparcidas por el amplio término municipal, distribuidas como sigue:[36] Cuenca está gobernada por una corporación local formada por concejales elegidos cada cuatro años por sufragio universal que a su vez eligen un alcalde.
Ayuntamiento y Diputación han solicitado en numerosas ocasiones a Fomento que se estudie poder explotar la línea con trenes de mercancías.
Cuenca está conectada con trenes AVE de la serie 112 con Madrid, Requena-Utiel, Valencia, y Albacete y, gracias a la conexión con estas, con trenes Alvia de la Serie 130 con Sagunto, Castellón, Almansa, Villena, Elda-Petrer, Alicante, Segovia, Valladolid, Palencia, Sahagún, León, Pola de Lena, Mieres, Oviedo y Gijón.
[43] En 2011 se comenzó a construir el Hospital Universitario de Cuenca, que preveía concluirse en cuatro años.
[45] En el año 1996, la «Histórica ciudad amurallada de Cuenca» fue declarada Ciudad Patrimonio mundial[10][46] por la Unesco, con los siguientes lugares: Cuenca conserva en su casco antiguo un patrimonio arquitectónico rico y bien conservado,[11] entre cuyas características destaca su integración en el marco físico.
[7] Esta fortaleza estaba situada en el punto en que más se estrechan las hoces del Júcar y del Huécar, creando una pequeña península donde se fue desarrollando el núcleo urbano.
[63] La cocina de la provincia de Cuenca nos trae a la mente platos hechos por pastores, arrieros y cazadores, hombres que hacen frente, a través de la energía proporcionada por la comida, a un clima duro, donde se pasa del calor al frío casi sin hacer escalas y en una región que brinda muchos productos para que sean utilizados.
[81] Otras carnes, como el cordero, presente en casi toda La Mancha, también encuentran su lugar en tierras conquenses.
Platos tradicionales como el ajoarriero, elaborado con bacalao y ajos (excelentes los de Las Pedroñeras).
Los potajes, las garbanzadas con bacalao y espinacas, las judías blancas o las patatas al Ajovirón, asumen el estrellato, dando un giro a la gastronomía tradicional.
Las verduras, cocidas en agua y sal, dan un toque de sencillez en el que, sin embargo, sorprenden los sabores naturales.
También existe el Club Deportivo Cuenca, fundado en 1943 de la fusión del Cuenca CF y el UD La Mancha y que juega en la Primera Autonómica de Castilla - La Mancha.