Fue fundada entre el 93 y 82 a. C. sobre terrenos conquistados en la centuria anterior a los pueblos íberos que habitaban la zona.
Los restos que se muestran en la actualidad y las menciones escritas indican que fue un municipium importante, la mayor parte de estos restos han sido visibles desde siempre, en especial el edificio más característico: el ninfeo.
Desde su fundación siempre ha conservado el topónimo romano que hace referencia a su fundador, Valerio Flaco.
[8] El recinto amurallado que daba cabida a la ciudad tenía una extensión de 27 hectáreas.
[9] Sin duda la gran época de Valeria, en cuanto a su desarrollo urbano, corresponde al siglo I, cuando se acometió la construcción del foro.
Estos trabajos han permitido conocer la organización del área pública, así como el inicio de su construcción y evolución.
Investigadores como Isaac Moreno Gallo sostienen que no existió tal ninfeo, y que se trata de una canalización abovedada con el fin de evacuar y drenar el agua recogida en las instalaciones forales ubicadas sobre la mencionada canalización.