En la fuente del Tejo aparecieron tumbas de origen árabe.
En el siglo XII ejercía el señorío la familia Jaraba, ligada a la conquista de Cuenca.
Al no tener descendencia pidieron a Nuestra Señora de Jaraba que les concediera dicho deseo y así pusieron Jaraba a uno de sus hijos, formándose esta familia.
Las familias Albornoz y Jaraba se unen al casarse Sancho García de Jaraba con Urraca Fernández, hija de Fernán Gómez Albornoz, hermano del cardenal.
En el siglo XVIII hay artesanos que hacen cedazos, asientos, etc, así como tejedores, sastre, sacerdote y seminarista.
A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 585 habitantes.
[3] En la localidad se encuentra una iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora del Sagrario.
Las pinturas del retablo son Santa Lucía (mártir), San Cristóbal y monje penitente.