Catedral de Santa María y San Julián (Cuenca)

Lo más destacado del edificio es que pertenece a un planteamiento muy inicial de la arquitectura gótica, estrechamente relacionado con el arte anglonormando y franconormando del siglo xii francés, como las catedrales de Soissons, Laon y París.

Se empieza la construcción el siglo XII con una cabecera más bien románica, con cinco ábsides escalonados, transepto y tres naves en el cuerpo principal.

En el siglo xv se reconstruyó la cabecera para abrir una doble girola de bellísima factura.

Rodríguez lo situó en un ambulatorio gótico, de forma que resplandeciera gracias a la iluminación posterior e indirecta, por cuyo medio se consiguen unos espectaculares efectos.

El proyecto de Vicente Lampérez era levantar dos altas agujas gemelas y completar los óculos ojivales del frente en el mismo estilo que las interiores.

No obstante, permanecen los planes de concluir la catedral una vez se llegue a un criterio arquitectónico integral.

Las últimas intervenciones, hasta el momento, han sido completar las vidrieras desaparecidas con vitrales abstractos a inspiración de las ventanas abstractas instaladas en la catedral de Colonia en Alemania, según diseños de los artistas Gustavo Torner, Bonifacio Alfonso, Gerardo Rueda y Henri Dechanet, maestro cristalero; y más recientemente la restauración integral del claustro del siglo xvi.

Exterior de la catedral de Cuenca.
Retrato del lexicógrafo Sebastián de Covarrubias , que desempeñó el cargo de canónigo de la catedral durante más de 30 años a finales del siglo XVI .
La catedral de noche
Detalle de la fachada
La doble girola
Interior
Claustro de la catedral