Los zarajos se consideran un aperitivo (o incluso tapa) muy típico y tradicional de Cuenca (España) y del Madrid castizo (sobre todo en San Isidro, junto con las gallinejas y los entresijos), preparado a base de intestinos de cordero lechal marinados que después se enrollan en un pino o sarmiento y se fríen en aceite de oliva o se asan en un horno, o a la plancha, hasta que quedan dorados.
[1] Debido a su aspecto y sabor se los considera un alimento de gusto adquirido.
Este aperitivo puede encontrarse fácilmente en cualquier restaurante de Cuenca (por extensión en Castilla-La Mancha) y de Madrid.
Los intestinos del cordero se limpian cuidadosamente y se eligen los más tiernos para ser enrollados en los dos palos del sarmiento.
En algunas ocasiones se elige una pieza de carne para incluirla en el sarmiento.