Torre de Mangana

Hay constancia de que, a fines del siglo XVI, el arquitecto Juan Andrea Rodi ejecutó unas obras en la torre; pero ni éstas ni otras obras realizadas posteriormente alteraron su fisonomía pues, según podemos observar estudiando la vista que de la ciudad realizó Juan Llanes y Massa en el siglo XVIII, la torre era igual a la que dos siglos antes dibujara Wyngaerde.

La caída de un rayo a fines del siglo XVIII y la venida de los franceses a principios del XIX motivaron la intervención del arquitecto Mateo López, que se ocupó de reparar los importantes daños que por estos dos sucesos había sufrido la torre.

Pero esta pintoresca y exótica torre neomudéjar no habría de ser la definitiva: Mangana volvió a ser nuevamente remodelada en 1970.

El proyecto que en 1968 realizó Víctor Caballero, supuso encastillar la torre y darle un carácter fortificado y defensivo que como parte de la vieja muralla, había tenido en su origen.

Caballero dotó a la construcción de un potentísimo matacán, y la remató sin tejado; con lo que colocó en difícil competencia el nuevo aire compacto cobrado por la torre con sus genuinas características de fragilidad y esbeltez.