Historia de Cuenca

La historia de Cuenca se remonta al Paleolítico Superior,[1]​ aunque no es hasta la conquista musulmana cuando se construye la fortaleza de Qūnka, que dio origen a la ciudad actual.

En 1833 se convirtió en la capital de la nueva provincia de Cuenca, aunque las agitaciones del periodo hicieron que la ciudad se mantuviera en estado precario hasta bien entrado el siglo XX.

[3]​ En la actualidad, la economía se centra sobre todo en el turismo, potenciado desde que en 1996 su casco antiguo fuese declarado Patrimonio de la Humanidad.

[5]​ Los primeros vestigios humanos de la provincia de Cuenca datan del Paleolítico Superior, en torno al 90 000 a. C. La población en la zona se intensifica llegado el Neolítico, surgiendo numerosos asentamientos, sobre todo en cueva.

[1]​ Los lobetanos fueron un pueblo de época ibérica, constituido por pastores y agricultores, que podrían haberse fusionado con los turboletas.

[1]​ El año 218 a. C. los romanos entraron en Hispania e iniciaron la conquista del territorio.

Si bien en la provincia existieron tres importantes ciudades romanas (Segóbriga, Ercávica y Valeria), la zona de la capital estuvo muy poco poblada, habiéndose hallado tan solo vestigios de un pequeño asentamiento cercano al puente del Castellar, a fin de proteger la calzada romana a su paso por el río Júcar.

Aunque no está clara su fundación, ya existía en el año 784 la ciudad de قونكة (Qūnkatu).

[3]​ Se construyó una plaza dependiente del califato de Córdoba al más puro estilo andalusí con una alcazaba en la zona más elevada, una medina con su mezquita aljama en el lugar que hoy ocupa la catedral y un alcázar, todos ellos separados por fosos labrados en la roca viva y fortificados con murallas.

Asimismo, se practicó, en la desembocadura del río Huécar un gran estanque a fin de mejorar el sistema defensivo.

[8]​ El primer gobernador militar que consta fue Sulayman ben Utman, muerto en 768 por el maestro de escuela Sakya ibn Abd al-Wahid, que se declaró en rebeldía enfrentándose a las tropas omeyas de Abderramán I. Hilal al-Madyuni fue nombrado gobernador en 772, enfrentándose a los bereberes de Valencia, hecho por el que fue depuesto y enviado a Córdoba como rehén en 781.

[cita requerida] El emir Muhammad I nombró gobernador a Sulayman ben Tawril, que murió en 887.

[cita requerida] En 1076 el aragonés Sancho Ramírez puso cerco a la plaza de Cuenca sin poder conquistarla.

El alcaide Abu Beka pidió auxilio al califa Yacub Yúsuf pero éste se encontraba en África atendiendo otros asuntos y denegó la ayuda.

Tomaron además el castillo, desde donde consiguieron prender fuego a la iglesia de San Pedro.

[12]​ Cuenca se convirtió en un importante nexo económico a causa, sobre todo, de la producción textil y ganadera.

[3]​ Además, en 1520 se le concedió la celebración de un mercado franco todos los jueves, hecho que impulsó aún más la floreciente economía.

A la epidemia le siguió una larga sequía y varias plagas de langostas que hicieron descender drásticamente la población hasta tan solo 1500 habitantes en toda la ciudad.

[4]​ En 1727 añadió además el título de «Heroica», por haberse defendido con un número reducido tropas y sin jefes al mando.

[17]​ A lo largo del siglo XIX se conformó la ciudad actual, convirtiéndose la calle Alfonso VIII en la principal vía que comunicaba con la Plaza Mayor.

[4]​ Sin embargo, las agitaciones del periodo hicieron que la ciudad se mantuviera en estado precario hasta bien entrado el siglo XX.

[4]​ Los existentes en la catedral, no obstante, quedaron como botín exclusivo del general francés.

Así pues, la ciudad ya había sufrido nueve saqueos y 29 veces los habitantes se habían visto obligados a huir cuando, el 29 de septiembre de 1811 se instalan las fuerzas del general D'Armagnag.

En 1840, al finalizar la guerra carlista, no se había saldado ningún ataque sobre Cuenca, aunque sí varias tentativas.

[17]​ Ese día las tropas carlistas comenzaron el fuego sobre la ciudad, avanzando posiciones lenta pero constantemente.

Los carlistas, en el proceso de la batalla, ya habían incendiado casi totalmente la ciudad nueva.

Dicho mausoleo se destruyó en 1944 a propuesta de la Falange Española, trasladándose los restos mortales al cementerio.

[17]​ Si ya a finales del siglo XIX la parte alta de la ciudad deja de ser el centro económico y social, desplazándose éste a la calle Carretería (en la ciudad nueva), este cambio se ve intensificado a medida que avanza el siglo XX.

Tras el suceso, la catedral fue declarada Monumento Nacional y se procedió a demoler lo que quedaba de la fachada barroca a fin de sustituirla por una nueva neogótica, obra del arquitecto Vicente Lamperez,[19]​ cuya primera piedra se colocó en 1910.

[18]​ No obstante, cuando el día 31 llega desde Madrid una columna de milicianos para poner orden, la ciudad ya estaba controlada y en calma.

La historia de Cuenca ha estado determinada, desde antes de la existencia de la propia ciudad, por las hoces que tallaron los ríos Júcar y Huécar , creando una fortaleza natural en una península rocosa, sobre la que paulatinamente fue creciendo la ciudad.
Pueblos de la Celtiberia :
Arévacos Pelendones Berones Belos
Tittos Lobetanos Lusones
Mapa aproximado de la Cora de Santaver.
Restos del castillo de Cuenca, emplazamiento en el que se halla el germen de la actual ciudad.
Caja de marfil, realizada en el taller de Cuenca hacia 1050.
Planta aproximada de Cuenca en el siglo XII , antes de la conquista cristiana.
Cornado emitido en la ceca de Cuenca en el reinado de Sancho IV (1284-1295).
Moneda de plata acuñada en Cuenca en 1719.
Torre de Mangana , construida en el siglo XVI .
Parte trasera del actual Museo de las Ciencias , donde se observa la roca viva resultante de las obras para rebajar la calle de Alfonso VIII. El nivel original de la calle estaba a la altura de los tres arcos, situados ahora en un segundo piso.
Plano de Cuenca en 1850 que apareció en el Atlas de Francisco Coello .
Vista de Cuenca en una pintura de Aureliano de Beruete
Establo en Cuenca. Pintura de John Singer Sargent .
Calle de Cuenca a mediados de la década de 1980. El 7 de diciembre de 1996 la «Histórica ciudad amurallada de Cuenca» fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco .