Vapor Villarino

Tras izar el pabellón argentino y al mando de Ceferino Ramírez, con los subtenientes Juan Picasso, Agustín Del Castillo y Emilio Barilari como oficiales y una tripulación de 50 hombres partió al Bassin du Roi en El Havre para recibir en ese puerto los restos mortales del general José de San Martín.

4]​ Allí fue recibido a bordo con discursos de los Ministros Mariano Balcarce, Manuel R. García Aguirre y Emilio Alvear.

Como expresó el ministro García Aguirre en su discurso a bordo del Villarino, sus tripulantes eran Finalizada la ceremonia y ubicado el féretro, tras la partida de los visitantes se embarcaron cajones conteniendo las piezas del monumento a San Martín construido por el escultor parisino Louis-Robert Carrier-Belleuse,[n. 5]​ destinado a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.

El 2 de mayo a las 14 horas zarpó nuevamente y efectuó el viaje sin más incidente que una fuerte tormenta que se desató el 13 a la noche a la altura del Cabo de Santa Marta, pudiendo mantener durante los dos días que duró una velocidad constante de entre 5 y 7 nudos.

Colocado el féretro en la falúa del Villarino, fue trasladado a la Talita saludado por salvas de artillería de todos los buques reunidos en el puerto Tras el discurso del expresidente Domingo Faustino Sarmiento, los restos del Libertador fueron trasladados a la Plaza San Martín y recibidos por el presidente Nicolás Avellaneda, quien inició su homenaje con la frase de Quintiliano "Pocas palabras ante tan magno hecho".

Relata Eduardo Gutiérrez: "aquel bombardeo era más cobarde aún si cabe en lo posible puesto que en el bajo y cuarteles del Retiro no había más que paisanos desarmados pertenecientes al ejército del coronel Arias y aquel lado de la ciudad estaba todo habitado por familias inofensivas.

Durante 1881, al mando del teniente de navío Federico Spurr, efectuó 12 viajes a Patagones conduciendo pertrechos para las tropas al mando de Conrado Villegas.

En el tercer viaje auxilió al pontón Manuelita que se encontraba a punto de naufragar en Bahía Blanca y en el séptimo trasladó al gobernador de la Patagonia coronel Álvaro Barros e inmigrantes galeses.

Finalizado el movimiento volvió a la carrera patagónica y en septiembre fue afectado a la expedición que al mando del gobernador del Territorio Nacional de Santa Cruz Ramón Lista exploraría el oeste de la provincia.

Al mando del teniente de navío Luis E.Calderón, en 1895 efectuó 8 viajes y en 1896 otros 5.

En uno de esos viajes tuvo ocasión de trasladar entre otros pasajeros al perito Francisco Pascasio Moreno a Santa Cruz y al escritor Roberto Payró, quien lo describiría con estas palabras: "El Villarino es un buque pequeño, muy marino, pero inadecuado para pasajeros.

Tiene una máquina poderosa que le da una marcha de diez millas por hora, y puede hacer dos millas más ayudándose con su velamen, compuesto de cuchillos, cangreja, trinquete, redonda y velacho.

De Murúa, excomandante del transporte Ushuaia, Payró afirmaría que era un gran conocedor de los canales del sur y que era un oficial prudente: "no arriesga su buque en locas aventuras, y lo cuida como si fuera una persona amada".

Placa donada por la armada. La misma está colocada en Puerto Madryn junto a la hélice del Villarino
Restos del Villarino a modo de monumento sobre la costanera de Puerto Madryn
Placa colocada por la municipalidad de Madryn. La misma honra a quienes rescataron los restos y está colocada junto a la hélice del Villarino
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