Como abono, el guano es un fertilizante altamente efectivo debido a su excepcional contenido alto en los tres componentes principales para el crecimiento de las plantas: nitrógeno, fósforo y potasio.
[5] El suelo deficiente en materia orgánica puede hacerse más productivo abonándose con guano.
El guano se recolecta de varias islas e islotes del océano Pacífico, particularmente del Perú y Nauru, y en otros océanos (por ejemplo en la isla Juan de Nova).
El guano también puede designar al abono mineral fabricado a imitación del guano natural, usualmente con el sobrante de la pesca que no es aprovechable para alimentación, que en las pesquerías tradicionales se utiliza para producir abono.
Como materia orgánica con poder calorífico, el guano se usó a principios del siglo XX en ciertos lugares de costa para producir electricidad, como fue el caso en Isla Cristina (suroeste de España), por la fábrica de electricidad que suministraba energía a la ciudad durante el primer tercio del siglo XX.