Ramón Serrano Suñer

Tras el estallido de la Guerra Civil fue detenido y encarcelado, aunque conseguiría escapar a la zona sublevada.

Fruto de su intensa labor diplomática, se reforzó la cooperación política y policial entre ambos Estados.

3]​ Ocupó plaza en Castellón, aunque unas semanas después pasó a Zaragoza, donde se instalaría por varios años.

Serrano Suñer entró oficialmente en política en 1931, presentándose a las Cortes republicanas por la circunscripción de Zaragoza para ocupar el escaño que había dejado libre Niceto Alcalá-Zamora, quien también salió elegido por Jaén y optó por representar a esta circunscripción.

[13]​ En fechas previas a los comicios —que ganó la coalición del Frente Popular— organizó una reunión entre el general Franco y José Antonio Primo de Rivera, encuentro que finalmente no tuvo éxito.

[18]​ Para esa fecha José Antonio se encontraba en prisión y la Falange había visto suspendidas sus actividades por orden judicial.

[21]​ Serrano tuvo conocimiento de la conspiración cívico-militar que estaba en marcha contra el gobierno del Frente Popular.

[24]​ Serrano se encontraba en la capital junto a su familia debido al reciente fallecimiento de su padre.

Posteriormente sería recluido en la Cárcel Modelo por las autoridades republicanas,[27]​ donde ya se encontraban presos numerosos derechistas y falangistas.

[36]​[37]​ Según el historiador Hugh Thomas, la embajada francesa había rechazado conceder asilo político a sus hermanos, algo que acabaría generando en Serrano Suñer un fuerte odio hacia Francia.

[38]​ Allí fue acogido por su cuñado, recientemente nombrado Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos.

[11]​ Aunque Franco era el jefe absoluto, en la zona sublevada todavía continuaban activos varios grupos políticos; en la primavera de 1937 ya había en curso negociaciones entre los distintos grupos para alcanzar una unificación política, aunque entre falangistas y carlistas seguían existiendo fuertes divergencias ideológicas.

Por su parte el líder falangista Manuel Hedilla y sus partidarios se resistieron a las disposiciones del decreto, por lo que acabarían siendo detenidos; más adelante Hedilla sería juzgado y condenado a muerte, aunque Franco lo indultó por consejo de Serrano, entre otros.

[50]​ Tras alcanzarse la unificación política, Serrano Suñer se dedicó entonces a la tarea de institucionalizar el incipiente régimen franquista.

Hasta entonces en la zona rebelde no existía una organización estatal como tal, sino más bien una serie de organismos inconexos entre sí que el propio Serrano Suñer vino a denominar como «Estado campamental».

La nueva norma legal llevó al establecimiento de un ejecutivo con once carteras ministeriales que sustituyó a la hasta entonces poco eficiente Junta Técnica del Estado.

La norma legal fue redactada por José Antonio Giménez-Arnau a propuesta del propio Serrano Suñer.

[63]​ Con ello, se pretendía facilitar la localización y posterior represión de todos aquellos considerados como enemigos del régimen.

[79]​ Posteriormente se trasladaría a Roma, donde mantuvo un encuentro amistoso con el duce fascista Benito Mussolini.

El cuñadísimo no simpatizó con la posición de neutralidad que había adoptado España frente a la situación bélica.

[82]​ Por el contrario, no escondía su alegría ante la evolución favorable que la guerra estaba adoptando para la causa alemana.

A mediados de octubre, Himmler visitó España, pasando por varias ciudades, entre otras Madrid, Toledo, Barcelona y San Sebastián.

[97]​ El 19 de noviembre, Serrano tuvo una reunión con Hitler en Berchtesgaden, aunque no se llegó a alcanzar ningún acuerdo.

Serrano Suñer también se aseguró de colocar a falangistas afines en los puestos medios del gobierno y la administración estatal.

Salvador Merino se encontraba en Berlín por estas fechas y, según dijeron entonces sus enemigos, en realidad estaría recabando apoyos nazis para un golpe de Estado.

[101]​ Todos estos hechos hicieron que Franco empezase a recelar del enorme poder detentado por los falangistas.

[120]​ Durante el verano y otoño de 1941, los generales monárquicos presionaron a Franco para que Serrano Suñer fuera relevado.

No obstante, seguían siendo muchos los sectores que deseaban ver a Serrano Suñer fuera del gobierno.

Serrano Suñer no fue recompensado con ningún puesto en el Estado, ni siquiera honorífico, por lo que volvió a ejercer su profesión de abogado.

8]​ Por aquel entonces, varios colectivos preparaban una demanda ante el Tribunal Penal Internacional para procesarle por crímenes contra la humanidad.

Serrano Suñer, a la derecha de la imagen, junto a Pilar Primo de Rivera , en una celebración del bando franquista en 1939 en San Sebastián .
Serrano Suñer saluda desde el balcón de la Jefatura Provincial de Falange en Barcelona el 14 de junio de 1939, a su regreso de la gira por la Italia fascista .
Visita a Berlín de Serrano Suñer, acompañado de otros cargos españoles y Heinrich Himmler .
Serrano Suñer y Himmler, junto a otros oficiales en la sede de la división «Adolf Hitler» en Berlín (1940).
Serrano Suñer junto al jalifa marroquí Muley Hassán , tras su llegada a la Estación de Atocha (1942).