Carmen Díez de Rivera

El matrimonio tenía otros tres hijos: Sonsoles, Francisco y Antonio.

Amplió su formación en Oxford (Reino Unido) y La Sorbona (Francia).

En noviembre de 1975 murió Franco y el Rey accedió a la jefatura del Estado con plenos poderes para forzar la dimisión del presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, y designar a Adolfo Suárez, que en ese momento era Ministro-Secretario general del Movimiento, convencido de que era la persona idónea para conducir el proceso de reforma política.

Así hablaba de ella el viejo profesor: «Tenía entonces gran notoriedad política e incluso un cierto halo novelesco en torno a su persona [...].

Nosotros nos dimos cuenta de que estábamos ante una persona inteligente, tan cultivada como refinada, que poseía gran espíritu crítico y sobre todo una enorme independencia».

[9]​ En 1987 volvió a colaborar con Adolfo Suárez como integrante de la lista electoral del Centro Democrático y Social (CDS) en las elecciones del 10 de junio al Parlamento Europeo, en las que obtuvo un escaño como eurodiputada.

[9]​ En septiembre de 1988 abandonó la formación debido a su disconformidad con la integración en la Internacional Liberal.

Aunque de buen pronóstico inicial, la enfermedad se extendió, y a comienzos del otoño de 1999 ya había invadido el hígado y los pulmones.

Así habló de ella: «Era un personaje arrebatador, maravilloso, peculiar.

[11]​ Por su responsabilidad e influencia en la política del momento, pero también por su atractivo físico y origen familiar, fue conocida por el sobrenombre de la Musa de la Transición, debido en parte a las habituales alusiones que a ella hacía Francisco Umbral desde su «Diario de un snob»: «En ti ha encarnado como en nadie la rubia conspiración del tardofranquismo».