[2] La estructura primigenia se mantuvo hasta 1735, año a partir del que se levantó un nuevo edificio bajo el arquitecto Juan Bautista Sachetti en colaboración con Ventura Rodríguez, concluyéndose las obras diez años más tarde.
[3] En esta época, Leandro Fernández de Moratín estrenaba La comedia nueva sobre las tablas del Príncipe.
[5] Desde 1825, bajo la dirección del empresario teatral francés Juan Grimaldi, el teatro experimentó una serie de mejoras tanto estructurales (iluminación, tramoya, etc) como artísticas.
Un año después fue remplazado por Tomás Rodríguez Rubí, hasta que en mayo de 1851, el Teatro volvió a la gestión municipal.
[12] Reabre sus puertas el 12 de enero de 1895 con la obra El desdén, con el desdén y asumiendo la gestión empresarial vía concesión por el ayuntamiento, primero el propio Guerrero y seguidamente su hija, la actriz María Guerrero, que habían financiado las obras.
[14] Durante las siguientes dos décadas, el Teatro Español es ocupado por sucesivos arrendatarios en régimen de concesión - entre los cuales el propio Jacinto Benavente, junto al actor Ricardo Calvo, en 1919[15] - que deben cumplir el compromiso de dedicar espacio al Teatro Clásico español.
[16] En 1925 el arquitecto Pablo Aranda, sucedido por los Luis Bellido y Enrique Colás, acomete una nueva reforma del recinto, que finaliza cuatro años más tarde.
Después de diez años ininterrumpidos con Cayetano Luca de Tena al frente del teatro, en 1954 las autoridades contratan para la dirección del centro a José Tamayo, que se instala en el Español con su compañía "Lope de Vega", en la que están integrados actores como Carlos Lemos, Nuria Espert, Adolfo Marsillach o Berta Riaza.
[28] El diseño de los espacios teatrales corrió a cargo del escenógrafo francés Jean-Guy Lecat.