Sus primeros pasos profesionales los dio junto a Luis Escobar en el Teatro María Guerrero.
Tras pasar por varios teatros, decidió formar una compañía con la actriz María Jesús Valdés.
Dirigió el Teatro María Guerrero durante 16 años (1960-75), estrenando en España obras como El rinoceronte de Ionesco, y el Centro Dramático Nacional de 1981 a 1983.
También dirigió el Teatro Español entre 1979 y 1983 y desde esta fecha el Teatro de la Zarzuela de Madrid, y se dedicó al montaje de Óperas y Zarzuelas, entre las que se incluyen El trovador, Fidelio (1984), La verbena de la Paloma y Doña Francisquita (1985).
Fue galardonado con el Premio Nacional de Teatro en tres ocasiones.