Repsol, S. A. es una multinacional energética y petroquímica española, con sede social en Madrid, que fue fundada en 1987.
Durante sus primeros tiempos fue una empresa estatal, si bien en la década de 1990 fue pasando progresivamente a manos del capital privado.
Con ellas se articularon varios complejos petroquímicos repartidos por la geografía española: Escombreras, Puertollano y Tarragona.
[8] Durante la década de 1980 se produjo una reorganización del sector petrolífero español, en un proceso auspiciado desde el gobierno.
El INH se constituyó a partir de las participaciones y derechos que el Instituto Nacional de Industria tenía en empresas como CAMPSA, ENPETROL, ENIEPSA, ENAGAS, PETROLIBER, Hispanoil o Butano.
El nuevo grupo empresarial tenía presencia más allá de España, en países como Portugal, Italia, etc.
Entre 1995 y 1997 se celebraron tres nuevas OPV que llevaron a la completa privatización de la empresa.
De ese 51 % expropiado, un 49% iría a las provincias y el 51 % restante al Estado Nacional.
[19] Según algunos medios, podría tratarse de una medida anticonstitucional ya que el artículo 17 de la Carta Magna argentina señala que la expropiación por utilidad pública “debe ser calificada por Ley y previamente indemnizada”.
[22] Por otra parte, se ha publicado que Repsol negociaba a espaldas del Gobierno argentino la venta de YPF a la petrolera china Sinopec, operación que habría sido abortada con la nacionalización.
[31] El Gobierno de España buscó apoyo extranjero para contrarrestar la nacionalización, pero si bien la UE y EE. UU.
[32] En Latinoamérica respaldaron a Repsol los gobiernos de México,[33] Guatemala,[34] y Perú.
El Gobierno español del PP y el principal partido de la oposición, PSOE, mostraron su apoyo a Repsol.
Actúa en los siguientes países: España, Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania, Sierra Leona, Liberia, Angola, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Venezuela, Cuba, Perú, Bolivia, Brasil, Guyana y México.
Como estos pueblos indígenas no tienen ninguna inmunidad contra las enfermedades de los foráneos cualquier contacto puede resultar mortal para ellos.
[52] Por este motivo, la compañía cuenta con una normativa que formaliza su compromiso por respetar los derechos de los pueblos indígenas.
[56] Según el último reporte, se calcula que fueron derramados más de 11900 barriles.
El viaje se completó en Uzbekistán, con un régimen también criticado por las asociaciones de derechos humanos, y Turkmenistán, regido también por un gobierno dictatorial.
Repsol anunció en el año 2013 que empezaría a realizar sondeos para buscar petróleo en aguas cercanas al Archipiélago Canario.
El Gobierno de España aprobó los sondeos, movilizando aún más a la oposición.
Varias plataformas y ONG (WWF, Greenpeace, etc.) se sumaron a esta oposición, recogiendo firmas por todo el archipiélago.
[63] Ante esta movilización, Repsol puso en marcha un plan publicitario en favor de las prospecciones dirigido a la población canaria.
La consulta se paralizó para estudiar su legalidad por el Tribunal Constitucional,[66] decisión que ha sido recurrida.
En su lugar, diversas asociaciones y colectivos convocaron una consulta ciudadana simbólica para la misma fecha.
A finales de 2007, el Grupo Petersen, propiedad del empresario argentino Enrique Eskenazi, firmó un acuerdo con Repsol por el que se comprometió a tomar hasta un 25 % del capital de YPF en dos fases.
Esta hipotética operación y sus posibles consecuencias, fueron objeto de una fuerte controversia de contenidos políticos, financieros y estratégicos que condicionaron la transacción que, finalmente, no se llevó a cabo.
Además, durante la década de los noventa, Repsol utilizó como sintonía corporativa un fragmento del tema "Road to Fort Sedgewick" compuesto por John Barry para la película estadounidense Bailando con lobos.