[1] En 2019 el país consumió 1,22 millones de barriles al día, siendo el 18.° consumidor más grande del mundo.
El sector petrolífero español se encuentra plenamente liberalizado, existiendo varias empresas que operan en el mercado.
En la actualidad las principales compañías petroleras que actúan en territorio nacional son Repsol, Cepsa, BP y Petronor, aunque también operan otras con una menor cuota de mercado.
La primera de estas se levantó en Pasajes, en 1870, seguida años después por nuevas instalaciones en otros puntos del país.
Por otro lado, la ausencia de yacimientos petrolíferos en España supuso que desde bien pronto el país tuviese serias dificultades para desarrollar una industria petrolera.
[9] En este proceso influyeron factores como la expansión del parque automovilístico o el desarrollo de aquellas industrias que consumían productos petrolíferos.
Como excepción a esta dinámica, también operaban empresas españolas como Petróleos Porto Pí, sociedad de capital mixto hispano-francés en la que tenía una participación importante el empresario Juan March.
[11] La creación de CAMPSA no solucionó en un principio los problemas estructurales del sector petrolífero en España.
La contienda provocaría graves daños a muchas instalaciones del sector petrolífero, en especial los depósitos y almacenes.
Por otro lado, el abastecimiento del petróleo se convirtió en una reto de primer orden para los dos bandos en guerra.
La República se encontró aislada por el Pacto de No Intervención y tuvo que recurrir a los suministros soviéticos.
Durante aquellos años se pusieron en marcha numerosas prospecciones por toda España para localizar yacimientos petrolíferos, pero en la gran mayoría de casos los resultados fueron negativos.
En 1981 se creó el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) para agrupar bajo su gestión a todas las empresas públicas del petróleo y el gas.