Alemania logró rápidamente la rendición danesa al amenazar con bombardear Copenhague, pero asegurar la ocupación de Noruega fue un asunto más complejo.
Sin embargo, los británicos no pudieron seguir explotando su victoria, ya que la derrota de Francia en 1940 los obligó a abandonar Noruega.
No obstante, trescientos mil soldados alemanes permanecieron en Noruega inactivos, unas fuerzas que hubieran sido muy útiles en otros frentes más críticos, como el Oriental.
Noruega y Dinamarca fueron liberadas al finalizar la guerra en mayo de 1945, pues los Aliados jamás intentaron recuperarlas durante la misma.
Preparándose para un ataque por Bélgica, Francia e Inglaterra le pidieron a este país que permitiera colocar tropas dentro de su territorio.
Los aliados intentaron en vano convencer al gobierno belga, por lo que procedieron a modificar su plan de defensa inicial.
Las fuerzas anglo-francesas prepararon una línea defensiva entre la frontera de Francia y Bélgica, esperando el ataque alemán, luego avanzarían hasta el río Dyle, donde pararían en seco al invasor.
El Comandante Supremo del Ejército francés Maurice Gamelin consideraba que en 1941, Francia estaría en condiciones de lanzar una importante ofensiva sobre Alemania y la derrotaría.
Luxemburgo y Holanda cayeron rápidamente, aunque Róterdam tuvo que ser duramente bombardeada por las fuerzas de la Luftwaffe para forzar al gobierno holandés a rendirse.
Cuando el comandante del Cuerpo Expedicionario Británico John Gort se percató de la pausa alemana propuso lanzar la operación Dinamo.
Dinamo, fue la más importante y se estima que casi trescientos cuarenta mil soldados aliados lograron escapar, si bien la mayoría eran ingleses.
Rápidamente París fue tomada sin lucha, y luego Guderian se lanzó contra la línea Maginot desde el oeste, rindiéndose las tropas defensoras el 22 de junio.
La porción no ocupada por Alemania fue controlada por un gobierno colaboracionista conocido como la Francia de Vichy, cuyo primer ministro fue el mariscal Philippe Pétain.
Sin embargo, las bajas eran relativamente altas en ambos bandos, aunque al ser derribados, los pilotos ingleses podían fácilmente montar otro avión ese mismo día.
Estos primitivos cohetes mataron unos doce mil civiles en total, ya que a pesar de ser imprecisos, un solo ataque exitoso era devastador.
Sin embargo, con la llegada del P-51 Mustang y la posibilidad de ataques desde Italia, se reinició la campaña de bombardeos estadounidenses, alcanzado esta vez una gran efectividad al derribarse tantos cazas alemanes que la Luftwaffe perdió toda capacidad ofensiva durante el día para siempre.
Dos días antes los británicos habían logrado tomar Caen, pero la presencia alemana en la zona era tan fuerte que esta captura no significó ningún alivio en el campo de batalla.
Peor aún para Alemania, las fuerzas alemanas habían abortado la retirada, quedando en una posición vulnerable, ya que podían ser rodeadas.
En París había estallado una revuelta el 19 de agosto organizada por la Resistencia Francesa, y cuando los estadounidenses se aproximaron a la ciudad, el comandante alemán la rindió.
Unos mil quinientos parisinos murieron en los días previos, aunque francotiradores alemanes que se negaron a rendirse causaron más bajas.
Además, los puertos de Boulogne-sur-Mer, Calais y El Havre habían sido inhabilitados por las fuerzas del Eje o permanecían ocupados como «fortalezas».
Después, durante la Garden, el II Ejército británico avanzaría hasta las posiciones capturadas y relevaría a los cansados paracaidistas.
Se calcula que unos veinte mil soldados saltaron sobre Holanda, siendo la operación aerotransportada más grande de la historia.
Las rápidas victorias en Francia habían dado a los Aliados Occidentales la impresión de que Alemania ya no tenía fuerzas para luchar.
Las fuerzas alemanes se retiraron ordenadamente, aunque la falta de combustible motivó que abandonaran mucho equipo pesado.
Al sur, el general Omar Bradley haría lo mismo entre Coblenza y Colonia con el XII Grupo de Ejércitos.
Siendo una fuerza relativamente pequeña, Montgomery pensó en rodearla, por lo que pidió prestado el IX Ejército a los estadounidenses (operación Grenade).
Noruega y Dinamarca fueron desocupadas por los alemanes, aunque una provincia sureña danesa se unió a Alemania de nuevo en un referendo.
Winston Churchill fue derrotado por el Partido Laborista en las elecciones de ese año y fue reemplazado por Clement Attlee como primer ministro.
Las colonias británicas en Medio Oriente y África también se fueron independizando, acabando el sistema colonial tal como se había conocido hasta entonces, ya que Holanda, Francia y el Reino Unido perdieron control político de muchas de sus colonias.