Pilar Primo de Rivera

Su padre era un oficial del ejército y su madre falleció cuando Pilar era muy pequeña, tras el nacimiento de su hermano Fernando.[7]​ Así, durante su infancia, Pilar creció en un ambiente castrense, profundamente conservador, autoritario y religioso, en el que reinaba el predominio masculino.[8]​ Miguel Primo de Rivera continuó con su carrera y ascendería en el escalafón, ostentando importantes cargos.[13]​[1]​ Desde el primer momento, Pilar se puso a la tarea de organizar la nueva sección del partido.[1]​ Para julio de 1936 la organización ya tenía unas 2500 militantes,[14]​ y se extendía por todo el país.Esto le confirió un inmenso poder, aunque la creación en diciembre de 1936 del Auxilio Social por Mercedes Sanz-Bachiller la llevó a entrar en una agria disputa con esta última por la competencia que esta organización suponía para la Sección Femenina.[18]​ Con José Antonio preso en zona republicana, la Falange se vio privada de una jefatura efectiva.[21]​ Este sector se consideraba heredero del legado de José Antonio y era contrario a Hedilla.[22]​ En aquella época la hermana del fundador, Pilar, no estaba en Salamanca, ya que se encontraba realizando varias visitas de inspección en Galicia y León.En este contexto, Pilar Primo de Rivera se mostró contraria al decreto y aconsejó a Hedilla que resistiera.[24]​ Franco reaccionó drásticamente y arrestó a todos aquellos que mostraron resistencia al decreto, incluido Hedilla.[17]​ Sin embargo, a pesar de todos estos poderes, en el seno del nuevo régimen el poder principal estaba detentado por Franco.En contraposición con su amenaza de abandonar su puesto, se mantuvo en el mismo y siguió jugando un señalado papel en el régimen franquista.También visitó la cancillería imperial y mantuvo una entrevista con Adolf Hitler que fue muy comentada por la prensa franquista.En su primera etapa en Berlín hizo una parada de cinco días para encontrarse con importantes líderes nazis —Goebbels, Jutta Rüdiger, Axmann, Gertrud Scholtz-Klink y von Faupel— y visitó el hospital berlinés donde convalecían los heridos de la División Azul.[49]​ En Múnich estuvo en la sede del Partido nazi —la Casa Parda— y en Salzburgo visitó la universidad para entrevistarse con los estudiantes españoles de la misma, regresando a España tras pasar por Stuttgart.Al igual que ocurrió con otros antiguos «camisas viejas», la hermana del fundador nunca criticó la «traición» que suponía al proyecto original de José Antonio y en cambio mantuvo una próspera carrera durante los años de la dictadura.[54]​ Desde ese puesto, preconizó que la familia y los niños constituían el único objetivo a conseguir en la vida para las mujeres, llegando a declarar en febrero de 1943 que «las mujeres nunca descubren nada; les falta el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles».
«Las señoritas Pilar y Carmen Primo de Rivera, hijas del presidente del Consejo, después de recibir en el Centro de Defensa Social los nombramientos de vocales de la Junta de Celadoras de la Real Asociación Católica de Represión de la Blasfemia» ( El Imparcial , diciembre de 1926). En el centro de la fotografía, con bigote, está Víctor Pradera.
Pilar Primo de Rivera en Berlín (segunda por la derecha), en 1941.