Tras su caída en desgracia se dedicó a actividades empresariales, hasta su fallecimiento en 1984.
[1] Considerado un «neofalangista»,[6] pasaría a ser una de las principales figuras en la dirección del partido único.
[18] Su etapa como gobernador civil contribuyó en buena medida a menoscabar el poder autónomo del que disfrutaba Queipo de Llano.
[23] Tanto Ramón Serrano Suñer como Gamero del Castillo mantuvieron relaciones tensas con el secretario general del partido único,[20] el general Agustín Muñoz Grandes, hombre sin pasado político que acabaría dimitiendo de su puesto en marzo de 1940.
[29] Destacada figura pronazi dentro del régimen,[25] durante la Segunda Guerra Mundial mantuvo una clara postura germanófila.
[31] En varias ocasiones realizó peticiones de información a la delegación de Falange en Berlín sobre diversas cuestiones como la política social nazi, organización del Partido nazi, o sobre organismos como las SS, el DAF o el Reichsarbeitsdienst.
Gamero del Castillo protestó ante Franco por los nombramientos de varios gobernadores civiles que había realizado Galarza, ya que según él «aceptar estos nombramientos supondría reconocer la introducción de un órgano extraño a la jerarquía del partido».
[35] Su caída en desgracia estuvo muy influida por la merma de poderes que sufrió su protector, Serrano Suñer.
[21] El historiador Paul Preston sitúa su destitución junto a la de otros destacados pronazis como Dionisio Ridruejo o Sancho Dávila.