En 1933 fue nombrado responsable para expandir la Falange en las provincias de Sevilla y Cádiz.
[5] Poco tiempo después se convirtió en el «jefe territorial» de Falange en Andalucía.
[12] La policía republicana detuvo a Dávila por vinculación con actos de terrorismo y agitación violenta emprendida por los escuadrones falangistas.[n.
Dávila no tardó en convertirse en el principal líder falangista de Andalucía, donde con el tiempo acabó adquiriendo un gran poder autónomo.
Mientras que la mayor parte de la prensa y publicaciones falangistas apoyaban a Hedilla,[n. 2] el periódico sevillano F.E.
[23] Dávila fue inmediatamente encarcelado tras el incidente, aunque tres semanas después sería puesto en libertad gracias a la intervención de Gonzalo Queipo de Llano y Joaquín Miranda.
Este cese se produjo en la época en que la influencia del amigo y aliado de Sancho Dávila, Ramón Serrano Suñer, comenzó a decaer.
[32] Fue identificado por el cantante español Miguel de Molina como uno de los tres agresores que le secuestraron tras una actuación para, posteriormente, apalearlo y torturarlo, hecho que le obligó a marchar al exilio en Buenos Aires.