José María Gil-Robles

Se licenció en Derecho en la Universidad de Salamanca a los veintiún años, siguiendo la carrera jurídica y la vocación universitaria ejercidas por su padre.

Un año más tarde, iniciada la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, colaboró con José Calvo Sotelo, director general de la Administración Local, en la redacción del Estatuto Municipal.

Esto chocó con otras posiciones derechistas, que se declararon opuestas a la República desde el principio.

Su nuevo partido obtuvo la victoria en los comicios, pero con una escasa mayoría (115 escaños de 450), lo cual le imposibilitaba para formar gobierno en solitario.

[11]​ Pese a realizar ciertas manifestaciones públicas profascistas, el historiador Javier Tusell señala sin embargo en su obra Historia de España en el siglo XX (1998): «Gil Robles hizo a menudo declaraciones imprudentes, pero cuando resumió por escrito su ideario en esta época lo hizo identificándose con la derecha conservadora y moderada francesa y no con Mussolini».

[12]​ Siguiendo una línea semejante a la de Tusell, Stanley G. Payne va más allá y afirma en su libro El colapso de la República (2006) que Gil Robles incluso sentía temor por el fascismo: «La católica CEDA, aunque grande, no podía en realidad convertirse en un partido fascista pues a su jefe, Gil Robles, de hecho le daba miedo el fascismo».

Así, ordenó que el general Francisco Franco se hiciera cargo del mando del Estado Mayor Central, el general Emilio Mola volviera al servicio activo y tomara el mando de las fuerzas del Protectorado español de Marruecos, el general Joaquín Fanjul fuera nombrado subsecretario y se ascendiera a general de brigada al bilaureado coronel José Enrique Varela.

[14]​ Gil Robles también nombró a muchos militares de la antirrepublicana Unión Militar Española (UME) para cargos relevantes, como el capitán Luis López Varela que estuvo al frente del Servicio Interior de los Cuerpos (un servicio secreto militar creado por el general Franco para combatir la «infiltración comunista»).

[17]​ En el memorando se dejaba claro el compromiso y la disposición de la UME para acabar con la República si las izquierdas volvían al poder y sobre Gil Robles se decía que «por su tendencia populista es seguro que Gil Robles no se atreva a acaudillar un movimiento de este tipo desde el Ministerio de la Guerra, pero la U.M.E.

En la mañana del día 15 Gil-Robles pronunció un violento discurso ante la Diputación permanente de las Cortes en el que daba por rota la convivencia civil y acto seguido abandonó España y se dirigió a Francia.

Cuando esta se produjo, «los militantes del partido [la CEDA] se incorporaron al Ejército o colaboraron a título individual con los militares sublevados… y pasaron muchos de ellos a enrolarse en grupos milicianos propios uniformados con camisas pardas, en las raquíticas milicias de Renovación Española, en el Requeté o en las cada vez más nutridas filas de la Falange», afirma Julio Aróstegui.

«Después de cinco años propugnando el legalismo, creía que esto sería “indecoroso”», comenta Paul Preston.

[…] Llegó a establecer una relación tan estrecha con Oliveira Salazar que se convirtió en su intermediario habitual con Franco».

Estuvo apoyado en esta tarea por uno de sus hijos, José María Gil-Robles y Gil-Delgado.

Su hijo José María Gil-Robles pasó posteriormente al Partido Popular (PP) y llegó a ser presidente del Parlamento Europeo.

"Principios de temporada". Caricatura de Kin publicada en Gracia y Justicia en los primeros meses de 1934 en la que aparecen Alejandro Lerroux , como picador, y Gil Robles, como matador. Gil Robles (el matador) le dice a Lerroux: "¿Pero no vamos a entrar en suerte, Ale?". Lerroux (el picador) le contesta: "Es que este andaba un poco 'resabiao'. Pero ya está como la seda".
Caricatura del periódico satírico La Traca sobre la presión a la que se vio sometido el gobierno de Ricardo Samper (a la izquierda bajándose los pantalones) por el líder de la CEDA José María Gil Robles (a la derecha con una pistola en la mano, ceñido con un cíngulo de monje y tocado con una mitra que lleva las siglas A.M.D.G. , lema de los jesuitas , y A.P., siglas de Acción Popular ). El texto dice: "Circo Español (LOS REYES DE LA RISA). (1) Intermedio cómico de gran éxito aunque muy visto ya. (1) Bueno, eso de cómico es un decir... ¿Eh?". Al fondo monarcas coronados riéndose.
Fotografiado en un mitin de la CEDA en el Frontón Urumea de San Sebastián en 1935
Fotografiado junto a Joop den Uyl en 1976.