Los ordinarios como abades y abadesas mitradas también la usan a pesar de no tener la consagración episcopal o ser mujeres.
No obstante, también algunos sacerdotes griegos y romanos usaban algún tipo de diadema, corona o banda en torno a su cabeza.
Pero estas prendas carecían de la uniformidad y significación que tiene la verdadera mitra episcopal según aparece en algunas miniaturas.
Sin embargo, las mitras más antiguas que se conservan son posteriores al siglo XIII.
La primera concesión que obtuvo algún abad para usar la mitra data del año 1000 d. C. y aunque fue una concesión puramente personal fue seguida de otras muchas que dieron por resultado el privilegio estable de poder usar dicha prenda en ciertos monasterios (abades mitrados).