Miguel Cabanellas

Cursó su bachillerato como interno en las Escuelas Pías de Yecla, junto a sus hermanos Virgilio y Ángel, donde coincidió con "Azorín".

Estas primeras unidades participaron con éxito en la defensa de Melilla y Larache.

Miguel Cabanellas se dedicó a alentar cualquier conspiración dirigida contra la dictadura y en particular se unió al fracasado complot encabezado por José Sánchez Guerra en 1929 por lo cual estuvo detenido algunos días.

Durante el bienio radical-cedista (1933-1936), con un gobierno conservador, fue diputado electo a Cortes en Jaén por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

[6]​ Según estos últimos, el general Queipo de Llano, que participaba en la conspiración junto con el general Mola y otros oficiales, envió al teniente coronel de Ingenieros Rafael Fernández a requerirle que colaborara en ella.

Emitió un bando declarando el estado de guerra y ratificando sus ideas republicanas.

Dos semanas después firmó un decreto por el cual la bandera tricolor (roja, amarilla y morada) establecida por la Segunda República Española fue reemplazada por la bicolor (roja y amarilla) que fuera introducida en España por Carlos III.

El general, que se hallaba pasando unos días en Málaga con los marqueses de Larios, padecía una congestión cerebral.

[13]​ Durante su exilio, Guillermo Cabanellas, además de realizar una intensa labor como docente, abogado y editor, escribió dos libros sobre la guerra civil española: La guerra de los mil días, en dos volúmenes y Cuatro generales.

[14]​ En 2008, fue uno de los treinta y cinco altos cargos del franquismo imputados por la Audiencia Nacional en el sumario instruido por Baltasar Garzón por los presuntos delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad que habrían sido cometidos durante la guerra civil española y los primeros años del régimen de Franco.

[15]​[16]​[17]​ La instrucción de la causa fue polémica y Garzón llegó a ser acusado de prevaricación, juzgado y absuelto por el Tribunal Supremo, que no obstante declaró que la instrucción de la causa contra los fallecidos altos cargos del franquismo había sido un error.

Cabanellas en una caricatura de Bagaría ( El Sol , noviembre de 1921)
El General Cabanellas junto a otros militares en el desfile militar de San Sebastián, c. 1938