Nombramiento del generalísimo Franco

[7]​ Mola fue puesto al frente de los preparativos teniendo plenos poderes organizativos pero no mando supremo.

[27]​ En el entierro de Calvo Sotelo el dirigente monárquico Antonio Goicoechea juró solemnemente «consagrar nuestra vida a esta triple labor: imitar tu ejemplo, vengar tu muerte y salvar a España, que todo es uno y lo mismo».

Tras hacer noche en Casablanca, llegó el día 19 a Tetuán y se puso al mando del Ejército de África.

[39]​ En Valladolid, Saliquet y Ponte, auxiliados por los falangistas, tardaron veinticuatro horas en doblegar a los trabajadores ferroviarios de UGT.

La lucha callejera duró cinco días, durante los cuales los sindicalistas llegaron a controlar dos tercios de Sevilla.

[50]​ En Valencia ni siquiera llegó a estallar, los militares permanecieron encerrados en sus cuarteles y fueron aplastados con el tiempo.

El ministro Giral había tomado la precaución de colocar radiotelegrafistas leales en Madrid y en los principales barcos.

[65]​ En cuanto a la aviación, sus miembros eran marcadamente más progresistas que el resto de los militares y solo una cuarta parte se unió al alzamiento.

De esta forma, el territorio quedó dividido en dos bandos irreconciliables sin que inicialmente existieran líneas divisorias.

En el mensaje que envió a sus compañeros sublevados decía: «Fe ciega, no dudar nunca, firme energía sin vacilaciones porque la Patria lo exige.

[37]​ En los primeros días de la rebelión, la opinión más extendida entre los observadores internacionales era que el alzamiento había fracasado.

[86]​ El refuerzo permitió a Queipo de Llano ampliar la zona que controlaba en Andalucía occidental, extendiéndola hasta Huelva y Córdoba.

Tales contactos fueron infructuosos pero, tras la llegada a Roma de una delegación enviada por Mola y encabezada por Antonio Goicoechea, que solicitaba una ayuda mucho más modesta, Ciano se interesó por el tema y aceptó enviar a Franco doce aviones.

[89]​ Por otro lado, su imagen liberal al frente de la Junta podía ser útil para atraer a los numerosos indecisos.

[97]​ Más tarde se amplió su composición incorporando a otros mandos, entre ellos al propio Franco el 3 de agosto.

La carencia de munición fue siempre un problema para Mola, si bien un segundo y más pequeño «puente aéreo» desde el sur le acabaría proporcionando 600.000 cartuchos.

[nota 5]​ La notoriedad de Franco era tal que ya algunas cancillerías europeas llamaban «franquistas» a los rebeldes.

Ya desde el día 1 había ordenado a sus fuerzas avanzar hacia Mérida al mando del teniente coronel Asensio.

[109]​ El 13 de agosto, Mola se entrevistó en Sevilla con Franco y ambos acordaron que no tenía sentido insistir en atacar Madrid.

[124]​ La narración de los hechos que hizo Kindelán deja claro que actuaban con el conocimiento y aprobación de Franco; no obstante, la tradicional prudencia del general y el temor a dar un paso en falso le hizo mantener una actitud distante respecto a sus maniobras.

[131]​ Al proponer de nuevo por la tarde Kindelán y Orgaz que la cuestión fuera abordada, Mola añadió: «Pues yo creo tan interesante el mando único que si antes de ocho días no se ha nombrado Generalísimo, yo no sigo; yo digo: ahí queda eso y me voy».

[139]​ Cabanellas había conspirado contra la Dictadura, era masón, republicano —había sido diputado por el Partido Radical— y demasiado liberal.

[143]​ Por último, había asegurado la retaguardia nacionalista en el Protectorado pactando con las autoridades marroquíes, que le proporcionaban una base logística y aguerridos mercenarios.

[145]​ Llegado el momento de votar, los dos coroneles dijeron que preferían abstenerse debido a su inferior graduación.

[150]​ No se había decidido otorgar ningún poder político a Franco y la Junta de Defensa Nacional permanecía intacta.

[153]​ En este, las diferentes visiones que las fuerzas políticas tenían de cómo organizar el Estado y la sociedad impidieron diseñar una dirección común.

[155]​ Desde un principio, toda la franja cantábrica republicana estuvo dividida entre diferentes poderes regionales, lo que perjudicó sus operaciones militares.

[171]​ Payne califica su estrategia como poco imaginativa y marcada por objetivos políticos en muchas ocasiones,[105]​ pero también considera que otorgó atención con profesionalidad a temas prácticos, como la logística, las comunicaciones, la topografía o el abastecimiento, con lo que el Ejército Nacional obtuvo una mayor eficacia.

[179]​ Por último, para Franco y sus partidarios, la elección como Generalísimo no fue sino el primer paso al poder absoluto.

Tras ello y desde el primer momento, Franco se referiría a sí mismo como «Jefe del Estado», situación que nadie discutió.

El general Franco . Su nombramiento como generalísimo fue el primer paso de su ascenso al poder.
El jefe del Gobierno, Casares Quiroga , minusvaloró el peligro de la conspiración derechista.
Sanjurjo era el líder indiscutido de la sublevación
Las medidas preventivas del ministro Giral contribuyeron al fracaso del golpe en la Armada, lo que dejó al Ejército de África aislado de la península.
Situación aproximada de ambos bandos a finales de julio. La principal fuerza de combate al mando de Franco estaba en Marruecos , pero la flota gubernamental le impedía cruzar el estrecho de Gibraltar .
Hitler decidió proporcionar apoyo militar a los rebeldes. Al establecer a Franco como destinatario del mismo, reforzó la posición del general.
El encuentro de Franco y Mola en Burgos evidenció la unión de las zonas rebeldes y fue recogido por la prensa, como en esta portada del Berliner Illustrirte Zeitung .
La llegada de Largo Caballero a la presidencia del gobierno supuso un reforzamiento del ejecutivo en el bando republicano , lo que aumentó la necesidad de nombrar a un generalísimo en el lado rebelde .
La resistencia republicana en las montañas de Guadarrama y la escasez de municiones detuvieron el avance de Mola sobre Madrid . Este hecho debilitó su posición como eventual líder de la rebelión.
Entrada al Palacio de los Golfines de Arriba de Cáceres , sede del cuartel general de Franco cuando fue elegido generalísimo.
Placa conmemorativa del nombramiento de Franco colocada en el Palacio de los Golfines de Arriba