Sus expectativas estaban en entrar en la cámara autonómica y continuar creciendo sin pactar ninguna alianza de intereses con un partido nacionalista.Los elegidos a ocupar los tres escaños, todos por la circunscripción electoral de Barcelona, fueron Albert Rivera, José Domingo, y Antonio Robles.[55] Aparte, Ciudadanos denunció un supuesto apagón informativo al que se le sometió desde los medios de comunicación catalanes, tanto públicos como privados, durante la campaña electoral.Ciudadanos calificó tal comportamiento como «impropio de un partido democrático» y que habría «deshonrado públicamente» al Parlamento.[66] Sin embargo, los resultados electorales estuvieron en línea con las encuestas, que en su práctica totalidad no recogían la posibilidad de obtener representación parlamentaria.[67] Asimismo, Ciudadanos se presentó también a las elecciones al Parlamento de Andalucía, obteniendo 6024 votos (el 0,13 % del total).En anteriores fechas ya se habían realizado actos coincidiendo con dicha celebración,[89] como la conferencia pronunciada en 2007 por Fernando García de Cortázar[90] o en 2006 por el historiador Gabriel Jackson.En este congreso Albert Rivera volvió a ser elegido como presidente con una amplia mayoría del 72 % de los votos frente a Mario Ruíz Vegar y se decidió centrar los esfuerzos del partido en las elecciones catalanas y en los municipios donde ya se había obtenido representación, ante el fracaso en otras citas electorales.[114] Ciudadanos justificó esta decisión aduciendo que Jordi Cañas no estaba imputado por corrupción política, sino por un delito previo a su etapa como diputado.Esta vez, Rivera apoyó al partido más votado, el PP, consiguiendo Mariano Rajoy la investidura para un gobierno en minoría.La representación obtenida se redujo a las provincias de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga y Alicante.Ante los resultados tan decadentes para el partido, Albert Rivera decidió dimitir como líder de la fuerza naranja.Como ya sucediera anteriormente con Navarra Suma, Ciudadanos y el PP negociaron elaborar en una lista única, evitando la dispersión del voto que les perjudicaría frente a los partidos nacionalistas en caso de concurrir por separado.Nada más estrenarse como presidenta del partido, Arrimadas tuvo que hacer frente en la oposición a la pandemia de COVID-19.[209] Horas después, el gobierno rechazaba dicho acuerdo, matizando que solo se derogaría «aspectos más lesivos» de la reforma.[213] En las elecciones gallegas, el partido no consiguió ningún representante con su candidata Beatriz Pino, que había sido diputada por la provincia de Pontevedra.[236] La candidatura de Carrizosa se reforzó fichando como número dos a la periodista gerundense Anna Grau, atacada por el nacionalismo catalán.[264] La formación liberal obtuvo un resultado del 3,3 % de los votos, perdiendo todos sus escaños en el parlamento andaluz.Logró la cifra de 121 000 votos, situándose como undécima fuerza a nivel nacional y sin obtener ningún escaño, ocho menos que en los anteriores comicios.[168][295] Al margen de esta división, Ciudadanos se define como un partido constitucionalista, postnacionalista,[8] liberal[292] y progresista.[303] La socióloga Helena Béjar clasificaba a Ciudadanos en sus primeros años, 2007, dentro del «neoespañolismo», una ideología que, distanciada del españolismo tradicional, trataría de defender la unidad de España desde posiciones próximas a un «lenguaje republicano»,[320] en una postura que Molina Aparicio describía como «confusa».[343] El primero, que lleva por ámbito la lucha contra la crisis, se compone a su vez de tres ejes.El evento contó con la participación de los economistas Javier Díaz-Jiménez, profesor en IESE, y Ángel Martínez Jorge, miembro del think tank EsadeEcPol.Estos coordinan en sus respectivos ámbitos las actividades necesarias para la realización de las resoluciones, acuerdos, programa, documentos y demás decisiones adoptadas por los órganos superiores del partido.Está compuesto por 125 miembros elegidos por la Asamblea General mediante listas abiertas y los integrantes del Comité Nacional.El color naranja se eligió porque no había sido patrimonializado por ningún otro partido y tenía connotaciones de salud, vitalidad, fuerza o alegría.[385] Rosa Díez, en una entrevista en Onda Cero tres días después, volvió a rechazar tajantemente cualquier tipo de pacto con el partido: «Se acabó, no hay más que hablar».[386] En 2014, el político de UPyD Francisco Sosa Wagner abogó por un acercamiento a Ciudadanos, lo que generó debate interno dentro del partido liderado por Rosa Díez.[392] El partido ha denunciado reiteradamente la presión y acoso que sufren las formaciones no nacionalistas en Cataluña,[393][394][395] atribuyendo estos ataques a individuos del entorno independentista.[405] En julio de 2013 otro militante del partido fue agredido en Morell por este hecho, propinándole un puñetazo a la vez que le espetaba «¡españolista!».
Rivera, en un acto electoral de las municipales en Salamanca.