La utilización de la expresión progresista para designar explícitamente a una facción o partido político, es original de Salustiano Olózaga en 1836; y, al igual que había ocurrido con la expresión liberal, se extendió desde España al vocabulario político del resto del mundo.
[5][6] En la historia intelectual y política española tuvo una gran importancia el krausoinstitucionalismo, corriente krausista del social liberalismo que encabezaron Francisco Giner de los Ríos y Gumersindo de Azcárate.
Más tarde los radicales socialistas se fusionaron con el Partido Radical Demócrata que encabezaba Diego Martínez Barrio en septiembre de 1934, dando lugar a Unión Republicana.
En cuanto a la palabra "progresista", y especialmente su apócope "progre", se utilizaba en los últimos años del franquismo con unas connotaciones muy distintas, especialmente en el ámbito opositor juvenil.
[7] Durante la Transición Española hubo un partido federal llamado Partido Demócrata Liberal, liderado por Joaquín Garrigues Walker, que terminó formando una "familia liberal" en la UCD de Adolfo Suárez (como Eduard Punset), que tras el hundimiento de esa coalición en 1982 tuvo como referentes distintos partidos con vocación de "bisagra" entre la derecha y la izquierda: el CDS del propio Suárez y la denominada operación Roca que pretendió integrar a los nacionalistas catalanes junto al Partido Demócrata Liberal de Antonio Garrigues Walker.