La obra femenina era más económica, y restringía el número y tipos de trabajos disponibles para los hombres, además condenaba a las mujeres a ocuparse en ocupaciones menos prestigiosas, en condiciones laborales peores o bajo la explotación.
Para la UNESCO 2004 «La educación es un derecho humano fundamental indisolublemente ligado a la Declaración de los Derechos Humanos (1948) y a muchos otros instrumentos internacionales en derechos humanos»[2] Este nos permite a todos los ciudadanos sin excepciones, sin importar nuestra economía, religión, cultura, etc.
El tener acceso a la educación básica, además, que esta debe ser igualitaria[3] La educación no solo se da por medio de la instituciones, si no que estas también se dan por medio de la sociedad regularmente por la familia.
Para Muntaner 2000 «La educación es un proceso que es fundamental en toda sociedad, se ve influenciada no solo por decisiones pedagógicas o didácticas, sino también de políticas, económicas, ideológicas, culturales etc. y que las condicionan en cada contexto particular».
Las consecuencias legales y políticas de esta dicotomía se relacionan con el papel del gobierno.