[2] El matrimonio se trasladó al n.º 515 de la Bonngasse y dos años después, en 1769, nació su primer hijo, bautizado como Ludwig Maria van Beethoven.Sus avances fueron significativos, sobre todo en la interpretación del órgano y la composición, guiado por músicos experimentados como Christian Gottlob Neefe.Neefe fue un profesor muy importante e influyente en su instrucción y supo valorar inmediatamente el nivel excepcional de Ludwig.De cualquier modo, la leyenda dice que Mozart habría dicho: «Recuerden su nombre, este joven hará hablar al mundo».[5] Al poco tiempo, su madre enfermó gravemente de tuberculosis y su padre le pidió por carta que regresara a Bonn inmediatamente.Eran frecuentes las disputas entre estos estamentos y el compositor, debido al carácter fuerte e impulsivo del músico, pero este hecho le hizo granjearse un gran respeto en la ciudad.Su actividad musical iba en aumento y también impartió clases de piano entre las jóvenes aristócratas, con las que mantuvo romances esporádicos.Los editores se disputaban sus obras; además, la aristocracia austriaca, quizás avergonzada por la muerte de Wolfgang Amadeus Mozart en la pobreza, le asignó una pensión anual.Tuvo como alumno al archiduque Johann Joseph Rainer Rudolph, hermano del emperador, y eventualmente se convirtió también en su más grande benefactor.Sin embargo, su veracidad es muy discutida y hoy existe un cierto acuerdo en considerarla, si no por completo al menos en buena parte, invento de Elisabeth.Von Arnim, sin embargo, decidió utilizarla ella misma, y en 1839 publicó en la revista Athenäum una carta, supuestamente de Beethoven, en la que este contaba la anécdota.Independientemente de su autenticidad, el incidente encantó a la sociedad vienesa, que lo creyó verdadero durante mucho tiempo.Sin embargo, él mismo la calificó como «basura» (algo que no dijo de ninguna otra obra suya) y hoy está completamente olvidada.[13] Después de 1815, Napoleón fue definitivamente derrotado y el canciller austriaco Klemens von Metternich instauró un régimen policial para impedir rebrotes revolucionarios.Pero el ascenso de Gioachino Rossini y la ópera italiana, que Beethoven consideraba poco seria, lo colocó en segundo plano.Su hermano Nikolaus Johann, su cuñada y su admirador incondicional Anselm Hüttenbrenner lo acompañaron al final, ya que sus pocos amigos habían salido a buscar una tumba.[24] Hay numerosas evidencias del desdén que sentía Beethoven hacia la autoridad y el sistema de clases sociales.Ocasionalmente, es mencionado como parte de «Las tres bes» (junto con Bach y Brahms), quienes personalizan esta tradición.[9] Según el escritor ruso Wilhelm von Lenz, la carrera como compositor de Beethoven se divide en tres periodos: temprano, medio y tardío.Esta división de Lenz, realizada en Beethoven et ses trois styles (1852), ha sido utilizada ampliamente por otros musicólogos, con ligeros cambios, desde entonces.[27] El periodo medio, también llamado heroico, comienza después de la crisis personal provocada por la creciente sordera del músico.Las obras de dicho periodo se caracterizan por su profunda carga intelectual, sus innovaciones formales y su intensidad, expresión sumamente personal.Las diez oberturas de Beethoven son piezas cortas que, posteriormente, serían ampliadas y trabajadas para su incorporación en obras mayores.El inadecuado entrenamiento que tuvo Beethoven en sus primeros años de estudios musicales se refleja en las tres sonatas para piano escritas en 1783.111 en do menor, la tonalidad de la que se valía para su música Sturm und Drang, como por ejemplo, su Quinta sinfonía.Un proyecto largamente conversado con Goethe para transformar en ópera el Fausto no llegaría jamás a concretarse por razones desconocidas hasta hoy.Sin embargo, algunos autores, basados principalmente en anotaciones del propio Beethoven, han descrito algunas de sus sinfonías como «óperas encubiertas».86), así como numerosos lieder, arias, coros y cánones, un ciclo de melodías, la cantata «En la Muerte del Emperador José II» (Op.En el periodo medio ya se aprecia a un Beethoven maduro, plenamente consciente de su poderío como creador y artista, pero sumido en la lucha contra la sordera.130), del que inicialmente formaba parte (ahora la pieza lleva por número de opus el 133) y compuso un nuevo final para este cuarteto.
Retrato de Beethoven
(hacia 1804), en la época de la
Sonata Appassionata
y de
Fidelio
. Decidido a «agarrar el destino por el cuello», compuso en el periodo de 1802 a 1812 una serie de obras brillantes y enérgicas características de su estilo «heroico».
El encuentro en
Teplice
. Al parecer, cuando Beethoven y Goethe paseaban por la alameda de este balneario, se encontraron a la emperatriz con su familia. El compositor siguió su paseo sin pararse a saludar. Esta imagen es una recreación posterior de Carl Rohling.
Algunos análisis de un mechón del cabello de Beethoven y de un fragmento de su
cráneo
dieron como resultado la existencia de altas concentraciones de
plomo
.