Guerra de los románticos es un término empleado por los musicólogos para describir el cisma estético surgido entre músicos destacados durante la segunda mitad del siglo XIX.
Robert Schumann era tanto un admirador entusiasta como un crítico ocasional de Franz Liszt y Richard Wagner, así como un crítico y editor progresista en la influyente revista musical Neue Zeitschrift für Musik (Nueva revista sobre música), que había fundado en 1834.
El joven Brahms, que había mantenido una estrecha relación con el matrimonio Schumann durante el declive en la salud de Robert, también asumió la causa.
Músicos como Heinrich von Herzogenberg, Friedrich Gernsheim, Robert Fuchs y Karl Goldmark, entre otros, estuvieron asociados a ellos en un momento u otro.
Ambas partes invocaban frecuentemente a Richard Wagner como héroe o enemigo, pero este prefirió personalmente mantenerse al margen de la disputa.
Otras figuras notables posicionadas junto a Liszt fueron el crítico Richard Pohl y los compositores Felix Draeseke, Julius Reubke, Karl Klindworth, Hans von Bülow, William Mason y Peter Cornelius.
Este esfuerzo, cuyo autor fue casi con certeza Johannes Brahms, recibió al principio cuatro firmas, entre las que se incluían la de Brahms y Joachim, aunque más fueron sondeados y finalmente se obtuvieron más firmas.
La firma del manifiesto le costó a Joachim algunos quebraderos de cabeza, ya que había sido miembro del círculo de Liszt en Weimar, el cual había abandonado por no querer apoyar sus ideales artísticos, aunque aún sentía amistad hacia el compositor austro-húngaro.
Estaban en juego las reputaciones y los partidarios buscaban avergonzar a sus adversarios con desaires públicos.
En 1859, el propio Liszt estaba cada vez más interesado en escribir música sacra y en no cruzar la línea conservadora de la Iglesia católica.