Las principales iniciativas que llevaron a la fundación del ADMV fueron casi todas obra de Liszt.
En sus primeros artículos, había tomado una visión crítica de la actual vida musical parisina que encontró defectuosa en todos sus aspectos.
En ese momento realizaba viajes como virtuoso al piano, de gira con conciertos por Europa.
[7] Hasta el final de su vida, Liszt fue el director intelectual del ADMV,[8] pero no quiso ser su presidente.
Entre los artistas que ayudaba la Beethoven-Stiftung se encontraban Robert Franz, August Göllerich, Felix Draeseke, Max Reger, Hans Pfitzner, entre otros.
En 1903 y 1904, cuando Richard Strauss fue presidente del ADMV, Arnold Schönberg fue ayudado con una suma anual de 1000 marcos, la subvención máxima otorgada por la fundación.
Además, se iban a imprimir obras nuevas, ya fueran musicales o académicas.
[6] El ADMV tenía un departamento literario y otro musical, el primero destinado a organizar conferencias que debían tener lugar en el marco de las Tonkünstler-Versammlungen y el segundo para seleccionar obras musicales que debían ser interpretadas en las mismas.
[11] El departamento musical también decidió que debían acordar la ubicación donde se celebraban las Tonkünstler-Versammlungen.
Posteriormente, con excepción de los años 1866, 1875 y 1915-18 (debido a la Primera Guerra Mundial), las Tonkünstler Versammlungen fueron organizadas anualmente.