Durante este tiempo conoció a importantes personalidades de la época, como a Alexander von Humboldt, los Hermanos Grimm, Friedrich Rückert o Felix Mendelssohn.
Durante sus últimos años en Berlín, Cornelius escribió críticas sobre música en los periódicos y trabó amistad con Joseph von Eichendorff, Paul Heyse y Hans von Bülow.
Después, se trasladó a Viena, donde permaneció cinco años.
En 1866, dio clases en Múnich al joven compositor húngaro-croata Ödön Mihalovich (1842-1929).
El compositor alemán Eduard Lassen puso música a poemas de Cornelius.