Insuficiencia hepática

o fallo hepático es la incapacidad del hígado para llevar a cabo su función sintética y metabólica, como parte de la fisiología normal.

Se dice que la insuficiencia hepática "hiperaguda" se presenta si este intervalo es de 7 días o menos, mientras que se trata de una insuficiencia hepática "subaguda" si el intervalo es de 5 a 12 semanas.

Por lo general ocurre en el contexto de una cirrosis hepática que, a su vez, puede ser la consecuencia de muchas causas posibles, tales como la excesiva ingesta de bebidas alcohólicas, la hepatitis B o la C, causas autoinmunes, hereditarias y metabólicas, tales como la hemocromatosis (acumulación excesiva de hierro) o la enfermedad de Wilson (acumulación excesiva de cobre) o una esteatohepatitis no alcohólica.

Algunas personas años después de padecer insuficiencia hepática crónica controlada experimentan de forma repentina una insuficiencia hepática aguda.

Estas personas suelen padecer previamente cirrosis hepática y el pronóstico es bastante negativo con una alta tasa de mortalidad.