Sinfonía n.º 2 (Beethoven)

Ferdinand Ries, su antiguo alumno y amigo, declaró que Beethoven le había entregado la partitura autógrafa de la sinfonía.

Poco después de que Beethoven llegara a Viena, Haydn le presentó al príncipe Lichnowsky y a su esposa Maria Christiane, que eran músicos aficionados y fervientes patrones de las artes.

Durante varios años el príncipe y su esposa acogieron en su casa al joven compositor, le prestaron apoyo financiero e incluso organizaron reuniones en su casa en las que muchas de sus composiciones fueron interpretadas por primera vez.

Como muestra de gratitud, Beethoven dedicó al príncipe las siguientes composiciones musicales, todas anteriores a 1806: los tres Tríos para piano, Op.

[6]​[7]​[8]​ La partitura está escrita para una orquesta formada por:[1]​ Las trompetas y timbales permanecen en silencio (tacet) durante el segundo movimiento.

Adoptó la estructura tradicional en cuatro movimientos, con la misma orquestación que utilizaba su maestro Joseph Haydn.

Para Maynard Solomon se trata de una obra "retrospectiva y prospectiva" al mismo tiempo.

En lugar del tradicional Minueto y Trio, Beethoven introduce por primera vez en una sinfonía un Scherzo.

Se trata de un término italiano que significa "juego" o "broma".

El conjunto se cierra con un explosivo Finale de gran profundidad y complejidad armónica.

Las innovaciones propuestas, su modo radicalmente nuevo de escribir un género establecido, no fueron totalmente entendidas en su tiempo.

[5]​ Muchos de sus contemporáneos se escandalizaron, y varios le vilipendiaron por escrito.

Beethoven en 1801.
Príncipe Lichnowsky , dedicatario de la pieza.
Theater an der Wien , lugar del estreno.